El reconocimiento de Palestina

Andrés Oppenheimer

MIAMI.- Tras la reciente decisión de Brasil, la Argentina, Bolivia, Ecuador y Chile de reconocer oficialmente un Estado de Palestina, los partidarios de la causa se están preparando para el próximo gran paso: una declaración regional que reconozca un Estado palestino en un territorio que incluiría a Jerusalén oriental y otras zonas que están actualmente en manos de Israel.

Todo parece indicar que esa propuesta se debatirá en una cumbre de países sudamericanos y árabes que se llevará a cabo el 16 de febrero en Lima, Perú. Los organizadores dicen que a esa cumbre asistirán nueve presidentes latinoamericanos y 11 jefes de Estado árabes.

En América latina no hay un consenso absoluto sobre si ha llegado el momento de reconocer un Estado palestino, o sobre cómo hacerlo.

Brasil, la Argentina, Bolivia y Ecuador han reconocido un Estado palestino en las fronteras anteriores a la guerra de 1967, en la que Israel ocupó -o recuperó, según la posición que uno apoye- Jerusalén oriental, Cisjordania y la Franja de Gaza. Venezuela es un apasionado defensor de la causa palestina, y Uruguay ha anunciado que muy pronto reconocerá oficialmente al Estado palestino.

Chile tomó cierta distancia de la postura liderada por Brasil, al reconocer un Estado palestino sin hacer alusión a las fronteras anteriores a 1967, y Perú dice que aún no ha decidido si sumarse a los reconocimientos. Colombia, en tanto, afirma que no reconocerá un Estado palestino hasta que los líderes israelíes y palestinos no sellen un acuerdo de paz.

Walid Muaqqat, el embajador palestino en la Argentina, me dijo que en la cumbre de Lima "se va a solicitar sacar una declaración que reconozca al Estado palestino soberano e independiente sobre las fronteras anteriores al 4 de junio de 1967, incluyendo Jerusalén oriental como capital del Estado palestino". Eso es lo que disponen las resoluciones de las Naciones Unidas que exigen que Israel se retire de los territorios ocupados, agregó.

Pero Israel y Estados Unidos dicen que el reconocimiento de los países latinoamericanos de un Estado palestino dentro de las fronteras anteriores a 1967 es un obstáculo para el diálogo de paz, y advierten que las resoluciones de las Naciones Unidas exigen una solución negociada del conflicto palestino-israelí.

Peor aún, la actual ofensiva pro-Palestina de América latina alejará aún más a los palestinos de la mesa de negociaciones, dicen los diplomáticos israelíes. El vocero del Ministerio del Exterior de Israel, Yigal Palmor, me dijo que un reconocimiento latinoamericano de un Estado palestino siguiendo los lineamientos de la reciente declaración de Brasil sería "contraproducente". Y agregó: "En este momento, los palestinos se niegan a volver a la mesa de negociaciones. Un reconocimiento de ese tipo los alentaría a no reanudar ningún tipo de negociación".

Mi opinión: lo más probable es que la cumbre emita una declaración final que se acercará mucho al reconocimiento regional de un Estado palestino en las fronteras anteriores a 1967. Sería mejor que adoptaran una postura más equilibrada.

Si los países latinoamericanos están decididos a zambullirse en el pantano de la política de Medio Oriente, tendría más sentido hacerlo de manera ecuánime.

Está bien apoyar el nacimiento de un Estado palestino -debería crearse, y pronto- y está bien presionar al gobierno de línea dura de Israel para que congele los asentamientos de colonos y se retire de varias áreas en disputa. Pero al mismo tiempo habría que presionar a los palestinos para que reconozcan el derecho de Israel a existir como Estado judío, y para que abandonen su exigencia de que Israel permita el ingreso de más de 3 millones de descendientes de refugiados palestinos, lo que implicaría el aniquilamiento de Israel por la vía demográfica.

Una postura regional que presione tanto a israelíes como a palestinos a llegar a un acuerdo de paz sería mucho más constructiva.

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