“No quiero que me llame compañero”

	“No quiero que me llame compañero”
La frase corresponde al joven dirigente del SOIP, Adolfo Echeverría quien recibió en la sede del gremio a Roberto Villaola cuando el miércoles llegó con un grupo de personas reclamando una supuesta falta de entrega de subsidios a trabajadores. La lista será cotejada con el padrón del sindicato.
El dirigente de la Unión de Trabajadores del Pescado y Afines, Roberto Villaola, se presentó en la sede del SOIP con un grupo de manifestantes para reclamar por la entrega del subsidio gestionado desde el gremio ante el Ministerio de Trabajo. Desde el sindicato aceptaron recibirlo y verificar dicho listado.

Durante el paro del SiMaPe, el cuestionado dirigente Roberto Villaola movilizó en nombre del sector filetero a un grupo de personas en busca de alimentos y subsidios. A fuerza de manifestaciones, actos de vandalismo en el Palacio Municipal y cortes en la Ruta 2, logró se le hiciera entrega de bolsones de alimentos provisto por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y gestionados por el propio Municipio. Villaola presentó a su vez, un listado de 4000 trabajadores, con la intención de que a través de su organización se hiciera entrega de un subsidio. La ayuda económica recibida desde el Ministerio de Trabajo, como es sabido, se canalizó en su totalidad a través del SOIP, representante natural de los trabajadores del pescado.

Ahora Villaola reclama a los dirigentes del sindicato que se haga efectivo el pago de dicho subsidio a los trabajadores que figuran en la lista por él presentada. En el gremio aceptaron que entregue la nómina pero los nombres serán cotejados con el padrón de 8500 trabajadores con el que ellos cuentan y por el cual han conseguido que desde el 20 de agosto se les abone 600 pesos durante dos meses.

“Hicimos relevamiento de la gente con su número de cuit y los listados se presentaron en el Ministerio de Trabajo, la Municipalidad y el Concejo Deliberante y se realizó un cruzamiento con los del SOIP, de ahí surgió el listado del gremio”, asegura Roberto Villaola, al tiempo que se queja porque el padrón del SOIP en el caso de los trabajadores de cooperativas se confeccionó con un listado presentado por los presidentes de cada cooperativa.

Si bien es cierto que los listados fueron presentados por los responsables de las plantas de procesamiento, también lo es que cada nómina era cotejado por un grupo de trabajadores del establecimiento: “Los mismos trabajadores fueron los veedores de los listados presentados para que no figurase ningún presidente de cooperativa ni miembro de la comisión”, confirma Adolfo Echeverría, dirigente del SOIP, aunque no descarta algún error entre las 8500 personas anotadas.

“Se hizo todo de forma tan desprolija que los que cobran el subsidio pierden la asignación universal por hijo”, se queja Villaola, aunque ante la consulta sobre el número de casos o si es esto se dio en todos los casos, no pueda aportar precisiones, solo dice que “hay algunos que tienen asignación e igual cobraron”.

El dirigente del SOIP informa que en ningún caso han perdido la asignación, sino que solo a 36 personas la liberación del subsidio “les quedó en observación pero estamos haciendo todas las gestiones y a partir del 7 de septiembre el tema debería estar solucionado, con lo cual cobrarán el subsidio igual que todos”.

Consultado el dirigente de la CTA por el número de personas que figuran en su listado como trabajadores de planta y que no han recibido ayuda económica, no puede dar precisiones: “No puedo decir un número exacto de gente que no cobró pero del listado de 4000 personas que hicimos nosotros, el 85 por ciento no cobró”, asegura.

Desde el SOIP dicen que recibirán el listado de Villaola y que van a corroborar en primer término que sean trabajadores del sector. En el caso de que sean despedidos se tomará un plazo límite de 18 meses, porque “si vamos a tomar como despedidos a todo aquel que en algún momento trabajo en la pesca, tendríamos a medio Mar del Plata”. A su vez solicitan algún tipo de documento que acredite el paso del trabajador por la planta, “carta documento o cualquier otro papel, incluso estamos dispuestos a acompañarlos a la cooperativa para que sus compañeros den testimonio pero en realidad muchos de los que figuran en ese listado, también se anotaron en el SOIP; por eso lo primero que tenemos que hacer es verificar que no estén en el padrón”.

“Se anotaron en nuestro local y viendo la campaña que estaba haciendo el sindicato le dijimos que el que quisiera ir que fuera, muchos no quisieron y otros nos dicen que cuando fueron los rechazaron”, afirma Villaola. Sin embargo desde el sindicato aseguran que todo aquel que quiso anotarse y pudo acreditar su relación laboral fue incluido: “Si hay algún compañero que quedó afuera haremos todas las gestiones que estén a nuestro alcance para que se lo incluya y pueda recibir el subsidio; pero lamentablemente no podemos garantizar que luego sea aceptado. Todo lo que podamos hacer lo haremos”.

Desde el SOIP sostienen que se llega a esta situación porque Villaola prometió un subsidio y ahora no puede cumplir con su promesa. Peor aún, se denuncia que se le habría cobrado a la gente que se anotó para recibir una ayuda económica y alimentaria. “Ahora la gente le reclama y no tiene nada, por eso los trae al gremio”, afirman.

Roberto Villaola es un personaje que no cosecha demasiados amigos entre los trabajadores del filet. Él asegura que no intenta competir con Ledesma y que solo ocupa un lugar que había quedado vacante, el de la representación de los trabajadores en negro. Sin embargo la imagen que muchos tienen de él no es la de un luchador social: “Yo no quiero que me llame compañero. Trabajo por la mañana en el SOIP y desde las 4 de la tarde hasta las 12 de la noche trabajo en El Marisco. Para llamarme compañero debería verlo alguna vez hombreando cajas al lado mío y no lucrando con la necesidad de la gente”, concluye Adolfo Echeverría.

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