Como informó en reiterados oportunidades La Tecla, el puerto, lugar clave de la ciudad en términos productivos, presenta una serie de situaciones poco claras que abren interrogantes sobre su funcionamiento y manejo. 

Según recabó este medio de la página del propio Consorcio Portuario Regional a través de su página oficial, las tarifas por mantener un buque dentro del puerto marplatense son, cuánto menos, llamativas. 

En el cuadro de canones del año 2022, figura que el costo por mes por el derecho de uso de puerto es de $830 para las embaraciones de rada o ría y costeros, mientras que asciende a $1246 para aquellas de flota. Si se compara con las cocheras de autos, ya a mediados de 2022 estas se ubicaban en torno a los $5000 por el período de 30 días.

Más adelante, el tarifario también estipula valores para el cabotaje nacional, dónde también específica el pago para "buques en reparación": $72 por metro de eslora y por día. Dicho dato pareciera empalmar con la cantidad de naves inactivas presentes en el puerto. Haciendo cuentas rápidas es más barato mantenerlo allí, aunque afecta la operatividad portuaria, antes que arreglarlo.

Respecto a la descarga, en el apartado CANON POR USO DE VIAS NAVEGABLES, se estima que el valor por tonelada de descarga es de 0,50 dólares, convertidos al oficial, 93 pesos.

El precio para la estadía y operatoria de buques pesqueros pareciera no ser igual de "amable" con aquellos destinados al turismo. Una lancha deberá pagar durante la temporada -de diciembre a marzo-, $ 67.170. Según explicita el tarifario, dicho valor se reduce a la mitad para el resto del año, quedando, aún así, muy por encima de los casos antes mencionados.

Como informó este medio, la responsabilidad económica de los desguaces corresponde a los armadores, es decir, los dueños de los buques, salvo que estos se hundan, pasando a manos del Estado o lo que es lo mismo para la cuestiones vinculadas al rubro, el Consorcio Portuario Regional.

Otra cuestión vinculada es la de los permisos de pesca, que según detallan fuentes, la transferencia a un nuevo buque debe venir acompañada con un plan de desguace de la nave anterior, algo, que a la luz de las más de 40 unidades inactivas -algunas con más de una década-, no parece cumplimentarse.