No pudo gritar bi

No pudo gritar bi

Finalmente no hubo milagro para River, que le ganó a Quilmes con un gol de Sánchez, pero no logró forzar el desempate por la victoria de Racing. El partido fue suspendido a tres minutos para el final. De todas formas, el equipo de Gallardo cierra un 2014 brillante

Si bien llegaba dulce por la consagración en la Copa, el River de Marcelo Gallardo quería más en la definición del torneo local. Para eso, debía ganar en Quilmes y esperar una manito de Godoy Cruz en Avellaneda. Le faltó esa ayudita, ya que le ganó a la Cerveza con un golazo de Carlos Sánchez, pero no pudo forzar un desempate por la victoria de Racing. Los del Muñe quedaron como subcampeones y no lograron alcanzar el bi. Flojísimo lo del dueño de casa, que terminó último en el torneo. 

River había arrancado de buena manera la primera parte. Metiéndose en campo de Quilmes y adueñándose de la pelota. Asumíó desde el inicio el lógico protagonismo ante un local parado de contra. Sin embargo, con el correr de los minutos, el campeón de la Sudamericana fue perdiendo frescura en los últimos metros. No creó sociedades y en muchas veces se repitió en centros. Poca conexión entre Mora y Cavenaghi. Pisculichi intermitente y Sánchez, con alguna molestia muscular, sin peso en ataque. 

En el segundo tiempo Quilmes se adelantó un poco más y comenzó a jugar con la desesperación de River, obligado a ganar más allá de lo que sucediera en Avellaneda. Mora contó con la situación más óptima, pero se la sacaron en la línea. El Millo se hizo repetivivo y previsible en ataque ante un fondo cervecero que aguantó bien hasta los 36 minutos, cuando Sánchez probó desde afuera y la clavó en el segundo palo del chico Benítez. Hizo su tarea, pero el milagro en el Cilindro no se dio. ¿La nota negativa? El partido tuvo que cerrarse abruptamente, a tres del minutos del final, por incidentes en la tribuna local. Patricio Loustau no dudó en la suspensión. Lamentable.

Más allá de no haber abrochado el campeonato, el año de River termina siendo espectacular. El torneo local con Ramón, la Superfinal con San Lorenzo, el invicto con Boca y la reciente Sudamericana. Ahora, a pensar en el cargado 2015, lleno de desafíos y objetivos y con ganas de seguir por la senda del éxito.

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