Además, le reclama a la actual gestión de Cambiemos “refugios en todo el país para las mujeres víctimas de violencia; el cumplimiento efectivo de la Ley 26.485; la licencia laboral paga para la mujer víctima de violencia en el sector estatal y privado; la educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, entre otras cuestiones.

En el caso de la provincia, la dirigencia de ATE recordó que “durante esta semana lloramos la muerte de Sonia Alvarado en la localidad de Trenel, una víctima de la violencia machista de su ex pareja, Marcelo Pérez, y de la Justicia”.

Respecto a este caso y al rol de la justicia, agregó que tenía la responsabilidad de cuidar a la víctima, pero “dejó en libertad al ‘macho’ que un mes atrás la había desfigurado a golpes. La restricción de hogar impuesta a su femicida, es un ejemplo claro del fracaso de las políticas contra la violencia de género que viene aplicando el poder Político y el poder Judicial, en nuestra provincia y en la argentina. No se pueden tener diferentes criterios para resolver casos de violencia contra las mujeres”, alertó.

Según reveló el gremio, en La Pampa 38 mujeres fueron asesinadas por el solo hecho de ser mujer; y en la Argentina muere una mujer cada 26 horas víctima de femicidio, según cifras no oficiales. Las mujeres vienen enfrentando en las calles esta situación de emergencia que, en el peor de los casos, se llevan sus vidas. “Con mucho dolor vemos que los femicidios son cada vez más crueles. Este dolor del que se habla lo van transformando en lucha, como hacen durante 31 años en los Encuentros nacionales de mujeres. En los dos últimos en particular los talleres vinculados a la violencia fueron desbordados por mujeres que como primera medida luchan por poner en palabras lo que les pasa y en los encuentros tienen ese espacio”.

“También en estos dos últimos años con las históricas movilizaciones del Ni Una Menos y en la reciente masiva, nacional y conmovedora protesta y paro de mujeres del 19 de octubre. De esta forma, salieron con el conjunto del pueblo, a denunciar y a exigir al Gobierno nacional, los gobiernos provinciales y los municipales, que tomen medidas concretas para atender esta situación”.

La situación se agrava

Desde ATE se indicó que “durante el primer año de Gobierno de Macri se agravó la situación; en cada provincia, a lo largo y ancho del país se dan situaciones de suspensiones, vacaciones adelantadas, despidos (en su mayoría mujeres). Se deterioró la situación laboral para los trabajadores. La inflación galopante castiga a los sectores populares. Lo que se consiguió en paritarias ya no alcanza para vivir. El hambre y la droga hacen estragos en las barriadas populares y las mujeres hacen malabares para poder parar la olla. Esto también es violencia. Esta situación agrava la violencia que sufrimos las mujeres. El hambre, la falta de trabajo, la falta de refugios y otras tantas cosas fundamentales que hacen difícil la posibilidad de poder denunciar y salir de la casa donde somos violentadas”.

Y se advirtió que “en una actitud digna de la clase que representa, el gobierno de Macri se negó a declarar la Emergencia Nacional en Violencia contra las mujeres. Emergencia que tiene media sanción en el Senado, conseguida después de la marcha del 3 de junio de este año. Durante la sesión en la Comisión de Familia, Mujer, Niñez, y Adolescencia ‘una semana después esa marcha’ los diputados del bloque de Cambiemos dilataron el inicio de tratamiento del proyecto de Ley de Emergencia y finalmente se levantaron de sus bancas dejando sin quórum la sesión”.

“Esto -advirtió ATE-, demuestra que los problemas de las mujeres para Macri y su Gobierno ‘de ricos para ricos’ no tienen cabida. Lanzó el Plan Nacional contra la Violencia de Genero aplicable a partir del año que viene y con un presupuesto irrisorio. Para muestra basta un botón. Al igual que durante los 12 años de gobierno kirchnerista, donde producto de la lucha se consiguió ‘la Ley 26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres’ que se transformó en letra muerta ya que nunca durante todos estos años contó con un presupuesto que permita su aplicación”.

Remarcó que la contracara a esta situación “es la lucha del movimiento de mujeres de la Argentina que pone el cuerpo y levanta sus reclamos en la calle, integrando la lucha de nuestras problemáticas especificas a la lucha que enfrenta la crisis que descarga el Gobierno de Macri sobre las espaldas del pueblo”.

En otro párrafo, la dirigencia expresó que “resulta imprescindible que se declare ya la Emergencia nacional en violencia sexual y doméstica, integrándola a la lucha por la emergencia social. La violencia hacia las mujeres es un problema social y político que amerita la toma de medidas urgentes por parte del Gobierno nacional y los gobiernos provinciales y municipales”.