Como es habitual, la jornada de actos de la Fiesta de la Vendimia arrancará temprano, en coincidencia con el inicio del desayuno organizado por la Coviar en el Park Hyatt, punto de encuentro de funcionarios nacionales, gobernadores y buena parte del arco empresario, además de palestra para anuncios de peso para la política vitivinícola.

A las puertas del hotel promete llegar una nueva caravana, o camionetazo, el tercero en tres semanas, de Productores Autoconvocados del Este ante la falta de respuestas oficiales a un petitorio que gira en torno a mejores precios para la uva para recuperar rentabilidad y sin novedades del operativo de compra de uva por parte del Gobierno.

Por ahora, es la modalidad elegida para la protesta, aunque no se descarta una participación de los manifestantes durante el Carrusel vendimial para reforzar su intención de visibilizar el móvil del reclamo.

"No tenemos expectativa de que algún asistente al Desayuno salga si desde el Gobierno hasta aquí no nos respondieron el petitorio. Pero al menos sí que la gente conozca la verdadera situación del productor, que no se hagan la fiesta con nosotros", adelantó Gabriela Lizana, de la organización.

Aunque desde el Gobierno, ante los primeros atisbos que anticipaban una eventual medida durante los festejos, se intentaba "bajar" un mensaje conciliador, ayer asumía el escenario aunque sin dejar de remarcar una vocación negociadora.

Tras una reunión en el Este, para el subsecretario de Programación Agroalimentaria, Cristian Correa, "el diálogo está abierto y, aunque instancias para resolver cuestiones siempre hay, se eligió una postura combativa. Manifestarse es un derecho, ojalá que no haya excesos, pero está claro que el conflicto no es con el Gobierno sino contra el manejo oligopólico de la industria".

Desde la Coviar, en tanto, indicaron que hasta ayer no había "instrucciones sobre un plan de contingencia" ante la manifestación.

Compra: mejores condiciones

Si bien será la tercera protesta, el planteo de fondo es el mismo: la puesta en marcha del operativo para que obligue a los grandes compradores a pagar, como mínimo, $ 2,20 el kilo de uva.

A días de la cosecha, algunos productores denuncian recibir ofertas que no superan $ 1,70 por bonarda y syrah y hasta $ 1,60 por la criolla. Los plazos: 6 pagos mensuales desde mayo o junio.

De ahí que Agroindustria haya redoblado la apuesta para dar una señal que desactive la marcha: en vez de 5 cuotas, la Provincia promete pagar al productor de hasta 30 hectáreas el 40% al momento de entregar la materia prima.

No obstante, preocupan las cotizaciones. "La podredumbre de la uva por las lluvias y las condiciones de pago son agravantes. Pero si tenemos en cuenta que producir una hectárea cuesta hasta $ 30 mil, significa que, con un rendimiento de 200 quintales, hay que cosechar el total para cubrir los gastos", calcula Lizana.

Por su parte, Correa adelantó que hoy se conocerán las bodegas que receptarán la materia prima del operativo, pero que "habrá que esperar al 15 de marzo para definir las condiciones de admisibilidad porque la uva todavía no tiene grado". La referencia es a un valor promedio de 190 gramos de azúcar, lejos de los 220 exigibles.

Para Correa,"existe una puja distributiva que obliga a una discusión hacia adentro de la cadena de valor. Si hay bodegas que pagan menos, hay que denunciarlas: contra el manejo oligopólico no se puede actuar en la Justicia pero sí públicamente". Productores Autoconvocados prevén terminar de definir a última hora de hoy la modalidad de la protesta. Esto es, combinar caravana hasta el Hyatt y participación en el Carrusel o sólo una de esas opciones.

¿Es posible dar marcha atrás? "A dos días es imposible instrumentar el operativo como pretendemos", advirtieron y agregaron que piensan en "otras medidas" para después de la Fiesta.