Protesta de los padres del jardín Tribilín para que la justicia actúe

Protesta de los padres del jardín Tribilín para que la justicia actúe
Familiares de los chicos que habrían sido maltratados en el establecimiento de San Isidro pidieron avances en la causa.

Diego Igal

Madres, padres y familiares de las niñas y niños que iban al jardín maternal Tribilín de San Isidro reclamaron anoche celeridad a la justicia para determinar el nivel y responsabilidad de maestras y directivas del establecimiento, en el maltrato que sufrieron los chicos –de entre 45 días y dos años–, aunque las pericias psicológicas del expediente ya comenzaron a ratificarlo, además de un audio que logró registrar un papá con un dispositivo electrónico guardado en la mochila de la hija y que hizo estallar la denuncia.

La manifestación se hizo anoche, bajo una pesada garúa, frente al inmueble ubicado en O'Higgins e Intendente Becco, a menos de 20 cuadras de la municipalidad del partido del norte del Gran Buenos Aires, cuyas autoridades también deberán ahora explicar por qué la guardería funcionó allí sin estar habilitada desde 1996 y hasta el último viernes 1 de febrero. Ese día, un grupo de padres se presentó en el lugar y pidió explicaciones de lo grabado. Luego fueron a la fiscalía de Franco Servidio, quien en horas concurrió al lugar con la Policía Científica y así comenzó la instrucción de la causa.

"Con los chicos no" y "ni olvido ni perdón" fueron algunas de las consignas escuchadas en el acto frente al jardín con el frente escrachado y que comenzó con el relato del padre que registró el audio como portavoz del grupo. "Pedimos que la justicia se siga moviendo rápido como al principio. Pero nos indigna que más de 40 días después la justicia no haya decidido nada. No queremos que la justicia se olvide. También queremos saber por qué nadie del municipio de San Isidro y la provincia de Buenos Aires controló este lugar durante 17 años y qué hacen hoy distinto para que esto no vuelva a suceder", señaló el hombre y luego criticó al juez Rafael Sal Lari por eximir de prisión a tres de las involucradas. Luego habló el abogado Gonzalo Romero, representante de la mayoría de los padres en la causa judicial, para explicar la marcha de la causa, con tiempos más lentos que los que reclamaría el dolor de los padres, y destacó la complejidad ineludible de que "los únicos testigos de estos hechos son las maestras que podrían ser la imputadas y los chicos, que además de la corta edad, son las víctimas. Hay que ayudar a reparar y borrar el daño a los chicos." En esta causa las posibles acusadas son ocho: seis maestras y las dos dueñas del establecimiento, pero tres docentes y una de las encargadas estaban de licencia por vacaciones cuando se grabó el audio. Los delitos a imputarse podrían ser lesiones, amenazas, asociación ilícita y hasta estafa (porque a los padres se les decía que el jardín estaba habilitado).

La emoción del acto llegó con el cierre a través de una carta escrita por una de las madres –y leída por otra– donde se destacaba algo obvio, pero no por eso importante: que uno cree a quien le deja el cuidado de los chicos, que en este caso sufrieron un maltrato antes de ser capaces de expresarlo. Lo que viene ahora es borrar ese daño y que ellos y los papás puedan volver a confiar en alguien que no es del entorno familiar y son quienes deben cuidarlo e iniciarlos en la escolaridad.

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