El fiscal federal de Jujuy, Domingo Batule, promovió acción penal contra el juez de la Corte Abel Cornejo por “malversación de caudales”. Así se supo en fuentes de la Justicia Federal, donde se conoció que Batule fue designado para intervenir en una investigación preliminar que se inició en junio del año 2008 a partir de una denuncia anónima realizada en la Procuración General de la Nación.
La denuncia se realizó después que Cornejo renunció a su cargo de juez Federal 1 de Salta para postularse como juez de la Corte de Justicia, cargo al que finalmente accedió y ocupa desde hace cuatro años.
La acusación sostenía que el entonces juez Federal 1 se había apropiado de 91.500 dólares de una causa seguida contra un narcotraficante de apellido Mamaní.
La denuncia fue derivada por el entonces Procurador General, Esteban Righi al fiscal Federal de Salta, Ricardo Toranzos.
Toranzos requirió informes al Juzgado Federal 1 en cuanto a ese dinero y secuestró la causa Mamaní a fin de investigar la ruta del dinero incautado. Así fue como tomó conocimiento de irregularidades, como la aparición de un documento bancario por la suma de 11 mil dólares por un depósito en plazo fijo, algo que llamó la atención pues el dinero que es decomisado se resguarda en la caja fuerte del tribunal o es depositado en una cuenta corriente.
Un descargo
Cornejo, ya en la Corte de Justicia, tomó conocimiento de la pesquisa y se presentó ante la Procuración General de la Provincia, donde hizo un descargo por la acusación recibida y presentó la copia de un depósito bancario por la suma de 72 mil pesos correspondiente a la causa Mamaní.
El juez de Corte recusó al fiscal Toranzos, como así también a su par, Eduardo Villalba, a quienes acusó de ser funcionales al ex juez Ricardo Lona, con quien mantiene un enfrentamiento.
Ante las recusaciones, el caso pasó a manos del fiscal Héctor Pérez, quien también fue recusado por Cornejo, aunque en este caso este fiscal rechazó la recusación y siguió adelante con la investigación preliminar, pesquisa que se vio truncada por una denuncia y recusación del juez de Corte contra su viejo colega, Miguel Medina, quien era el juez natural de la causa.
La denuncia llevó a Medina a un juicio en el Consejo de la Magistratura, escollo que finalmente pudo sortear. Sin juez en Salta ni fiscal, pues Cornejo recusó a todos, incluso a una secretaria penal y a una empleada, la causa fue a parar a la Cámara Federal de Tucumán.
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