La Cámara Riojana de Productores Agropecuarios blanqueó ayer la crisis que traviesa el sector por una sumatoria de factores que van desde la sobre oferta en el mercado interno hasta la política cambiaria implementada por el Gobierno nacional.

"La buena noticia de una excelente cosecha se ha transformado hoy en un serio problema para el sector vitivinícola argentino debido a que, lo que se temía, ha comenzado a presentarse", señala la editoria de la publicación semana de CARPA que advierte que "Ya existe una sobreoferta de vinos en el mercado y una importante retracción en las ventas, lo cual complica a la industria que requiere de más recursos para afrontar la suba permanente de sus costos".

En este sentido CARPA señala que el fenómeno de la "sobreoferta" se observa en todos los segmentos del mercado de vinos.

Asimismo la cámara empresaria señala que "la posibilidad de exportar los excedentes se ve como algo muy difícil ya que el tipo de cambio no favorece" las exportaciones y afirma que "los bodegueros expresan que es imposible ganarle a la inflación por la suba permanente en los costos y el dólar planchado".

Sin embargo, los productores de vinos de La Rioja proponen alternativas al señalar en el mismo documentos que "una solución que seria lograr un dólar diferencial o reintegros que permitan seguir en los mercados externos que tanto costó conseguir".

"Estos mercados exigen reglas claras, continuidad y precios, y en ellos se debe competir con el resto de los países del mundo", agrega.

En tanto, la entidad advierte que "el año se presenta sumamente complicado para nuestra vitivinicultura y en general para prácticamente todas las economías regionales, resulta contradictorio hablar de crisis cuando los índices globales de la economía Argentina dicen otra cosa por la alta incidencia de la soja y de otros comodities".

CARPA destaca que "en nuestra actividad se consiguieron importantes logros por la inédita acción conjunta pública y privada reflejada en el funcionamiento efectivo de la Corporación Vitivinícola Argentina (encargada de la aplicación del Plan Estratégico Vitivinícola 2020) y por acción de otras entidades y empresas".

"Se está trabajando para buscar alternativas de acción para afrontar esta nueva coyuntura que deben surgir del seno del sector, con participación de todos los representantes de cada estamento, productores, bodegueros, trasladistas, exportadores, mosteros, paseros, etc., todos en un diálogo fructífero con el sector público correspondiente, potenciando a la COVIAR en todos sus ejes estratégicos", señala CARPA.

Entre lo puntos relevantes del documento, la cámara reclama "urgentes medidas de protección del sector, como en otras economías regionales" para "corregir diferencias coyunturales naturales y otras producidas por la política económica adoptada ante una situación mundial favorable en algunos sentidos, pero no en los que favorecerían a las economías regionales como a la vitivinicultura".

Por otra parte indica que "el Vino Bebida Nacional -declarado por la presidenta el año pasado- debe ser una verdad concreta, con la real incorporación del vino en la dieta diaria".

Además el comunicado sostiene que "las distancias a los centros de consumo deben dejar de ser una carga o un impuesto por estar en el país periférico" y que "la exportación debe ser fomentada adecuadamente imponiendo definitivamente nuestras variedades emblemáticas, el Malbec y el Torrontés Riojano".

"Toda esta realidad de la vitivinicultura, es trasladable a las otras actividades de nuestra economía regional, como la olivicultura, la nogalicultura y las pasas que adolecen de los mismos problemas, debiéndose buscar medidas coyunturales que permitan continuar con la actividad hasta que mejoren las variables económicas", reclama finalmente CARPA.

ANTECEDENTES. Gómez advirtió sobre esta situación en NUEVA RIOJA

En la edición del 3 de julio pasado, vicepresidente a cargo de la presidencia de CARPA, Oscar Gómez, trazó un preocupante panorama sobre la actividad.

En diálogo con NUEVA RIOJA, el empresario advirtió sobre la preocupación de los pequeños y medianos productores, ante la caída del consumo interno y el aumento de los costos fijos, especialmente, la mano de obra.

"A pocos días de finalizada la vendimia y con los números finales en la mano se tiene certeza de la buena cosecha realizada en todo el país con más de 2.800.000.000 kilogramos. Esto sin duda es un logro para el sector y una buena noticia pero desde las bodegas se están a comenzar a escuchar voces de alarma", comentó Gómez, quien preside CARPA porque Lorenzo Capecce fue elegido como titular de la COVIAR.

El productor explicó que "la abundante cosecha produce una sobreoferta que estanca e incluso deprime el precio de los vinos; y que los costos, mano de obras e insumos siguen subiendo". "Las estadísticas nos dicen que el consumo sigue cayendo y se estima que en la Argentina ya están en los 24 litros per cápita o menos".

"A nivel nacional la situación de un dólar planchado frente a una importante inflación en dólares nos está dejando fuera del mercado. Ya no somos competitivos frente a otros países como Chile o Australia por lo que estar en estos mercados no es un bueno negocio y algunas empresas comenzaron a retirarse" comentó.

En este sentido desde la Cámara consideran que "es importante visualizar este escenario que está comenzando a presentarse para tomar medidas que tiendan a proteger al sector, principalmente al productor que, luego de un año de lucha espera, por lo menos el precio del fruto de su esfuerzo compense todas las actividades realizadas".