El dilatado conflicto entre la Municipalidad de Córdoba y sus trabajadores, nucleados en el Suoem, consumió ayer una nueva jornada sin incidentes y con una maratónica negociación abierta a instancias de la Secretaría de Trabajo provincial. Aunque sin arribar todavía a un acuerdo definitivo entre las partes, esta madrugada había indicios de un avance, que procuraba traducirse en un acta, dijo el secretario de Trabajo, Omar Sereno, a cargo de las negociaciones.

Al cierre de esta edición, representantes del gremio y del municipio acumulaban más de ocho horas ininterrumpidas de tratativas.

Por el Suoem negociaron su secretario general, Rubén Daniele –que no había estado el pasado martes, en la primera reunión informal–, y el apoderado Carlos Bidoni, entre otros dirigentes, mientras que por el municipio lo hicieron el asesor Letrado, Carlos Varas, y el secretario de Gobierno, Guillermo Luque.

Las tratativas comandadas por Sereno tuvieron la particularidad de que las partes en conflicto no se vieron las caras, ni estuvieron en ningún momento sentadas a la misma mesa, sino en oficinas separadas.

El propio Sereno se entrevistaba alternativamente con unos y otros e iban intercambiando propuestas entre ellos. También se conoció que el gobernador Juan Schiaretti participó activamente en las discusiones, a través de sus funcionarios de confianza.

Expectativas dispares. Cerca de las 23, voceros del municipio y del gremio coincidieron en que había "predisposición al diálogo" y destacaron por igual la labor de Sereno como mediador, pero también aclararon que todavía estaban "muy lejos" de un probable acuerdo. Por su parte, funcionarios provinciales expresaban una versión más optimista, y confiaban en encontrar una salida consensuada. Luego, cerca de la medianoche, trascendieron los primeros detalles de la negociación en marcha.

El eje de la discusión pasa por el decreto municipal 2.228, que impuso un recorte general de horas extras, prolongaciones de jornadas y bonificaciones, con el que el intendente Daniel Giacomino espera generar un ahorro de cinco a seis millones de pesos al mes en el gasto en personal, que actualmente consume poco más del 70 por ciento de los recursos municipales.

El intendente aclaró en varias oportunidades que no está dispuesto a dar marcha atrás con ese instrumento legal, mientras que desde el Gobierno se alentaba la posibilidad de flexibilizarlo –que el recorte sea menor– y también de atemperar el descuento de horas no trabajadas a los empleados.

Al respecto, trascendió que una posibilidad firme es que, desde agosto, el ahorro mensual no sea de seis millones sino de cuatro millones de pesos. A cambio de esa "restitución" de dos millones, el Suoem accedería al pedido municipal de descentralizar áreas operativas (obras viales y alumbrado público).

Respecto a qué hacer con las liquidaciones de julio, había diferencias. La Municipalidad aceptaba devolver 1,1 millón de pesos del recorte, mientras que el gremio pedía 1,6 millón por ese concepto.

Las partes también intentaban acordar un sistema de "monitoreo" de las cuentas para asegurar que el gasto salarial baje al 60 por ciento a fin de año, y además analizaban que los descuentos al personal por horas no trabajadas se desdoblara en 10 cuotas, para no concentrar todo el impacto en agosto.

Otro punto de discordancia –según pudo relevar este diario– estaba dado en cuanto a los tiempos de la negociación.

La Municipalidad ofrecía pasar a un cuarto intermedio y retomar la reunión hoy a primera hora (se sugirió que fuera a las 7). Por el contrario, el Suoem pretendía cerrar anoche con "algún" avance concreto para poder ponerlo a consideración de la asamblea general que se realizará hoy a las 11 en la explanada del Palacio 6 de Julio.