En la primera cita, Manzur y Alfaro sellan una tregua

En la primera cita, Manzur y Alfaro sellan una tregua

El gobernador y el intendente capitalino se encontraron tras el cortocircuito en el Concejo Deliberante. El mandatario provincial habría dado instrucciones a ediles oficialistas Se reunieron 38 minutos en la gobernación.

No despilfarraron sonrisas, tampoco se prodigaron gestos de desagrado. La coyuntura política empujó a que el gobernador, Juan Manzur (Frente para la Victoria), y el intendente de la capital, Germán Alfaro (Acuerdo para el Bicentenario), tuvieran su primera reunión formal ayer. Cordial. Institucional. Necesario.

Así definieron al encuentro los protagonistas y sus allegados. Pocillos con café y vasos con agua de por medio, el oficialista y el opositor estuvieron 38 minutos a solas. La frustrada primera sesión del Concejo -con nueva composición- había dejado al descubierto el jueves un cortocircuito entre la Provincia y la Capital y precipitó la convocatoria.

Siete ediles del FpV que responden a Casa de Gobierno más dos del bussismo no dieron quórum para tratar un paquete de ordenanzas enviadas por Alfaro para “blindar” económicamente su gestión: la ampliación presupuestaria, una autorización para tomar créditos y la declaración de inembargabilidad de los bienes municipales, entre otras. Manzur llamó a Alfaro esa tarde para citarlo. En el encuentro, habría garantizado la participación de los ediles para el segundo intento de sesión, previsto para hoy.

Minuto a minuto

8.54: Manzur entró a su despacho acompañado por su secretaria. Los pasillos de la Casa de Gobierno estaban prácticamente vacíos y en penumbras. El gobernador saludó levantando la mano a los periodistas que esperaban la reunión.

9.15: con una semisonrisa y custodiado por una decena de funcionarios y concejales, Alfaro llegó al pasillo principal de la sede del Ejecutivo. Entre ellos estaban los legisladores Stella Maris Córdoba y Alfredo Toscano, el secretario de Gobierno, Walter Berarducci, y el jefe de la bancada del ApB del Concejo, Agustín Romano Norri.

9.17: Alfaro entró en el despacho. Sus acompañantes quedaron en la primera sala de la gobernación, antes del antedespacho.

9.25: los concejales del ApB salieron a fumar al pasillo. Intercambiaron chanzas. Miran sus relojes. Su pronóstico fue que la reunión no se extenderá demasiado.

9.55: final de la cita.

“Nos comprometimos a trabajar para que el Concejo tenga institucionalidad. Si la queremos, hay que respetar lo que el Concejo diga”, expresó Alfaro ante media docena de cámaras. Relató que planteó al gobernador las necesidades de que la Ciudad sea incluida en los planes para el Bicentenario; de tener mejor relación con la SAT y de que se limpien los canales para evitar inundaciones. “Las elecciones ya pasaron. El gobernador demostró que pasó la campaña. Es momento de gestionar, me dijo. Es una etapa de mucha madurez. No tenemos márgenes para nada”, reconoció.

Manzur habló sobre el encuentro al mediodía, tras un acto en la Jefatura de Policía. “Había situaciones menores para acordar en cuanto a la técnica para poder sacar la ordenanza”, afirmó en relación al asunto del Concejo. Afirmó que hablaron mucho del Bicentenario.

No esquivó mencionar las diferencias políticas: “nos conocemos hace mucho. Hay veces que en el fragor de la disputa se piensa distinto y se dicen cosas. Las elecciones pasaron. Vamos a interactuar y en lo que esté a nuestro alcance haremos lo posible para que los tucumanos estén mejor. No podemos perder tiempo en peleas”, advirtió.

Durante 38 minutos, Manzur y Alfaro no se salieron del libreto inicial: no despilfarraron sonrisas, pero tampoco se prodigaron gestos de desagrado.

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