La decisión tomada por ANCAP la semana pasada, a través de la que fruto de una serie de medidas de índole comercial y de estrategia, de mantener el precio de los combustibles en sus actuales niveles, abre una incógnita interesante, en la medida de que es muy probable que de persistir los actuales precios, en dos o tres meses el denominado PPI (Precio Paridad de Importación) al menos en la Nafta Súper 95, se ubique por encima del precio fijado por ANCAP, con refinación nacional.
De suceder esto, se daría el caso de que la vieja dicotomía entre refinar o importar, esta vez le sería favorable a la importación de petróleo y la refinación en Uruguay, o al menos la diferencia entre ambas modalidades se achicaría hasta guarismos prácticamente similares, como ocurrió en 2006 y 2011.
ANTECEDENTES EN URUGUAY
Veamos que ha sucedido en el pasado y cómo ha fluctuado el PPI con respecto al precio de mercado de ANCAP.
Para citar un año en el que el Precio Paridad de Importación de la Nafta Súper estuvo por encima del marcado por ANCAP, en el 2006 el promedio de los 12 meses, alcanzó para el caso de PPI $ 32.46 mientras que el precio regulado de este combustible llegó a los $ 31.96 en Uruguay.
Similar situación se vivió en 2011 cuando el PPI superó al precio regulado en más de un peso. Para la hipótesis de un combustible importado el precio hubiese sido de $ 35.28 mientras que la Nafta Súper 95 con precio regulado por el Poder Ejecutivo y ANCAP se marcó en $ 34.56.
Desde 2011 hasta hoy, aunque con fluctuaciones, la ecuación le ha sido favorable a importar en contraposición a refinar el combustible en nuestro país.
PRECIO BARRIL BRENT
Una particularidad es que en ambos años el barril Brent alcanzó niveles importantes. En 2006 llegó a un promedio de U$S 72 dólares mientras que en 2011 (a causa del atentado contra el Word Trade Center en NY) el crudo batió todos los récords trepando a U$S 109 dólares el barril.
Esta situación naturalmente dispara precios internacionales de combustibles elevados, que luego de fletes, descarga, etc. llegan a los países a precios también altos. Muchas veces el combustible importado supera al refinado en el país (como fue el caso del nuestro los dos años tomados, 2006 y 2011).
La Presidenta de ANCAP aseguró que ya se han tomado las previsiones de compra de crudo para 2019 –y aunque no descartó posibles ajustes antes de la finalización del año- por el momento señaló que la situación está controlada, lo que le ha permitido a la petrolera mantener el precio.
LIBERALIZACIÓN NO ASEGURA BAJA
De todos modos, queda claro que el costo del combustible al menos en Uruguay, está marcado por fluctuaciones internacionales, más que por el solo hecho de refinarlo en la planta de ANCAP.
Tampoco debe tomarse como una máxima que la liberalización “per-se” asegure que éstos bajen de precio significativamente, y para ello basta ver lo sucedido en 2006 y 2011 o lo que pueda ocurrir hacia final de 2019 en caso de una disparada del costo del crudo y nuevamente el PPI se junte con el precio regulado con refinación nacional.
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