Los dos efectivos de la Departamental San Justo detenidos desde el viernes, imputados por cohecho, se presentaron ante el fiscal. El de más alto rango dijo que la presunta connivencia con los traficantes se dio en medio de una metodología “usual” para la fuerza.
Los dos efectivos policiales de la división Drogas Peligrosas de la Departamental San Justo de la fuerza, involucrados en un nuevo escándalo, se presentaron ayer ante el fiscal de Delitos Complejos de San Francisco, Bernardo Alberione, quien el viernes pasado ordenó la detención de ambos acusados del presunto delito de “cohecho”.
Según se investiga, y tal como adelantó La Voz del Interior el domingo último, se sospecha que ambos uniformados le cobraban 10 mil pesos cada 15 días a un conocido traficante de barrio La Milka, de la ciudad de San Francisco, para dejarlo comercializar de manera impune cocaína al menudeo.
Los policías presos en la cárcel de Bouwer son el suboficial inspector Alejandro Taborda y el cabo Matías Giménez.
Aunque en el organigrama oficial de la fuerza Taborda no figura como el máximo jefe de la división, en la práctica este uniformado estaba al frente de la mayoría de los operativos de calle, por lo que tenía un rol clave dentro de Drogas Peligrosas.
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