Dos proyectos que a priori no concitaban la atención generaron este martes una fuerte tensión en el interbloque de Juntos por el Cambio, cuando los concejales radicales Marianela Romero y Daniel Núñez se retiraron de la Comisión de Obras mientras hablaba Fernando Muro (Vamos Juntos).

Buena parte de la controversia se generó en el tratamiento del primer expediente del orden del día, que trataba una excepción en un emprendimiento destinado a un depósito de mercaderías en avenida Presidente Perón y Azopardo.

El pedido, que data de 2019, estaba para aprobarse. Pero el radicalismo cambió su postura después de escuchar a Muro afirmar que la obra ya estaba construida. “Es un emprendimiento muy importante para la zona donde está radicado. Un centro de logística y distribución de una firma muy importante de la ciudad, que invierte muchísimo. La obra ya está construida, está funcionando. El expediente es del año 2019. La verdad es que demoró muchísimo en su aprobación”, dijo el edil oficialista.

La presidenta del bloque radical y ex presidenta de la Comisión de Obras, Marianela Romero, recordó que era un expediente que se venía discutiendo hacía “un buen tiempo”. Comentó que se habían logrado los acuerdos para que llegara al recinto y que el Frente de Todos había formulado planteos para mitigar el impacto ambiental. “Estábamos para acompañarlo”, agregó, pero admitió que “no tenía la información” de que la construcción ya estaba hecha. “Estamos convalidando algo que el privado está haciendo sin la autorización de este cuerpo. Creo que es incluso faltarle el respeto a la democracia”, lanzó.

Sol de la Torre, del Frente de Todos, coincidió: “Toda la discusión de este cuerpo cae en abstracto cuando ya está construido sin autorización. El mensaje que se está dando es hacer las cosas sin permiso. Corresponde que la Secretaría de Obras nos informe”. Enseguida agregó: “Esto es grave. Este cuerpo tiene la potestad de otorgar o no el permiso. No otorgó esa excepción y la construcción está realizada. Y el oficialismo nos está diciendo que se construyó sin autorización de este cuerpo. Es de una gravedad institucional que vale la pena considerar. No se trata del tiempo, se trata de que hay reglas, leyes, así funciona la democracia”.

Muro profundizó su posición de aprobar el pedido. “¿Cómo puede ser que tardemos tres años en tratar un expediente?”, se preguntó. Y la presidenta de la comisión, Angélica González, pareció darle la razón: “Entiendo totalmente que uno no debe acompañar emprendimientos que han terminado transgrediendo la norma y haciendo su pedido sin ser concedido, pero también es cierto que algunas veces nosotros funcionamos de manera lenta. Hagámonos cargo de que tenemos que modificar ciertas cosas para darle celeridad a los expedientes”.

Finalmente, el pedido de excepción quedó en comisión y se le solicitó un informe a la Secretaría de Obras. La abstención del radicalismo fue clave para que se impusiera esa moción, solicitada por el Frente de Todos.

Pero ahí no iban a terminar las diferencias. Unos minutos después la Comisión trató un pedido para modificar la ordenanza mediante la que se autorizó a una empresa a afectar una obra por construir en el kilómetro 378 de la autovía 2 a la fabricación de durmientes de hormigón pretensado.

Como si fuera una remake de la discusión anterior, Muro pidió de entrada “adecuar los tiempos” del Concejo a los del sector privado. De la Torre preguntó: “¿Lo que estamos votando ya se está construyendo?”. Y dijo que era necesario un informe de la Secretaría de Obras.

Muro respondió que el cuerpo debía solamente decidir sobre “el cambio de uso específico de una parcela” y que ponerse en el rol de policía era “confundir los roles y las facultades” de la comisión. En ese momento, Romero y Núñez se pararon y se fueron.

La discusión siguió y Muro la emprendió contra el pedido de De la Torre para solicitarle un informe a la Secretaría de Obras, que se terminaría imponiendo en la votación. “Estamos siendo redundantes. Estamos pidiendo informes que están en el expediente. Se está cambiando el uso de un galpón. Hay que leer los expedientes. Hay que venir preparados a la comisión, así le podemos dar celeridad. Entiendo que la comisión se reúne todas las semanas, lo que me parece muy positivo. Bueno, en la semana hay que trabajar, de martes a martes hay que ver los expedientes, no sentarse acá y pedir informes que ya constan en el expediente”.

De la Torre consideró las expresiones “una falta de respeto” y advirtió que no era “la primera vez” que sucedía algo similar. Poco después también se paró de su banca y se retiró antes de que culminara la reunión.