Plaza San Martín: un proyecto interminable, caro y el peor

Sí, es la plaza San Martín, la más céntrica, la emblemática, la interminable en cuanto a los arreglos. Sólo una parte de ella tuvo este emprendimiento municipal. Lo demás da lástima. Pero volviendo a esta manzana. Desde diciembre del año pasado, pasando por todo el verano, el sector de plaza comprendido por las calles Mitre, San Martín, Yrigoyen y la avenida Luro, ahí está.

Largo tiempo para tratar de completar un lugar que se convirtió en un símbolo de amardelplata, que no se cumple para nada en el inicio del slogan oficial, lo de “Amar”. Si así fuera veríamos el final. Estaríamos observando todo en su lugar y por ahí viviendo una inauguración más. De esto ya conocemos suficiente.

Y vale decir que quien más quien menos circula por el lugar. Uno u otro puede necesitar de la innumerable cantidad de líneas de colectivos que paran en la cuadra de la citada avenida, entre Yrigoyen y Mitre. Pero algo sigue faltando, la puerta de entrada a los micros urbanos, es decir, las señales. ¿Tanto costará cumplir con este requisito esencial para saber dónde deben parar esos servicios?

Por si los funcionarios, que seguro no toman los colectivos pero miran si tienen la nueva diagramación visual inventada por esta gestión, no lo han advertido, desde este portal los alertamos. Falta esto para los que tienen que tomarlos tengan la seguridad de que el coche, al cual le levantan la mano, no pasa de largo ya que, justo, no es ahí, es allá. Además les avisamos con tiempo, no vaya a ser que el grueso de los turistas que debemos cuidar y orientar y que aparecen, como es lógico, en el verano, alguno de ellos se vaya al lugar con el siguiente interrogante en la mirada y en la palabra: “¿aquí para algún colectivo?”. Y sí, pero…

Es posible que las señales quitadas en el inicio de la remodelación, habiendo pasado tanto tiempo, se perdieron en el correr de largos meses. Suponemos que por algún lado andarán o quizás estén pensadas unas nuevas que sorprendan por su diseño.

Para las autoridades un detalle, para los demás, evocando a Sherlock Holmes, “elemental Watson”.

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