Mar del Plata: enfermo crónico, librado a la buena de Dios

Mar del Plata: enfermo crónico, librado a la buena de Dios

Un hombre que estuvo un mes internado por una enfermedad crónica en Mar del Plata, fue dado de baja por su obra social y quedó sin cobertura.

"De la pandemia vamos a salir mejores, más humanos, más solidarios…" La frase no es patrimonio de nadie, la repitieron estos años dirigentes y referentes de la comunidad y era el deseo de todos. O de casi todos.

Sin embargo, cuando el flagelo del coronavirus parece ir quedando atrás, empiezan a aparecer historias que demuestran que las cosas no sucedieron como muchos imaginaban.

Tal el caso de Santiago Disevo, un hombre de 39 años que padece una enfermedad autoinmune por la cual fue internado el pasado 5 de mayo en un hospital de Mar del Plata, a donde lo derivó su obra social, Prevención Salud.

Allí pasó buena parte de su estadía en terapia intensiva, tras haber sufrido convulsiones, luego pasó a terapia intermedia y finalmente lo trasladaron a una sala común.

Pero cuando debía comenzar la rehabilitación, sus familiares recibieron la noticia menos esperada: su obra social lo daba de baja por inconsistencias en el pago del monotributo.

"Consulté con la contadora y estaba todo bien, no sé por qué nos hacen esto, pagamos desde hace años", señaló Natalia Sueyro, la esposa de Disevo, quien realizó el reclamo correspondiente, sin recibir una respuesta positiva y luego realizó la denuncia a la Superintendencia de Servicios de Salud.

Lo cierto es que Disevo quedará librado "a la buena de Dios" en horas; deberá dejar el hospital donde lo trataron maravillosamente, ya que sus familiares, sin el aporte de la obra social, no pueden costearlo.

También se quedará sin remedios para enfrentar la enfermedad que lo aqueja, Neuro-Behcet, ya que los mismos son de alto costo y ya no tendrá quien se los provea. "Los medicamentos son carísimos", agregó Sueyro.

La enfermedad de Behcet es un trastorno por el cual el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error algunas de sus propias células sanas. Su efecto puede derivar en convulsiones similares a las de un epiléptico, como ocurrió en el caso de Disevo.

Desde aquí hacemos votos para que las autoridades sanitarias hagan algo para que Santiago pueda solucionar su problema y tenga la debida atención. La pandemia nos afectó a todos, demostremos que salimos mejores, como soñábamos durante aquel duro 2020.

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