El plan provincial para urbanizar villas

El plan provincial para urbanizar villas

Los proyectos del ente que se encarga de mejorar las condiciones en los barrios populares. Los municipios alcanzados, las prioridades, las empresas de servicios y la visión de la titular del organismo, Romina Barrios.

Por Hernán SánchezLa última actualización del Registro de Villas y Asentamientos indica que en la provincia de Buenos Aires tiene 1.933 barrios populares reconocidos, de los cuales 1.559 (71%) están en el AMBA. Urbanizarlas parece una utopía, pero Romina Barrios, directora ejecutiva del Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU), dice que “es posible urbanizar”, y asegura que “hay una decisión del Gobierno de trabajar en un proceso transformador real, que es difícil, complejo, pero posible”.

La funcionaria cuenta que “estamos empezando a trabajar con un volumen que haga creíble que se puede”, y en ese sentido le da trascendencia al trabajo con las prestatarias de servicios públicos, “porque es muy importante en términos de formalidad real, porque los barrios populares necesitan agua, cloacas, pluviales, iluminación, pavimento.

Y, además de vivienda nueva, un mejoramiento de las viviendas, porque la mayor cantidad de las casas autoconstruidas son recuperables”. Vale aclarar que la construcción de unidades habitacionales, más allá de excepciones, corresponde al Instituto de la Vivienda que, como el OPISU, depende del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Humano, que conduce Simone El volumen del que habla Barrios dista de alcanzar el universo de los casi 2.000 asentamientos, pero tiene una focalización que entusiasma a los propios funcionarios, confiados en que el programa va a permitirles mostrar significativos avances.

El OPISU destinará este año más de 13 mil millones de pesos en atender necesidades de unas 50 villas distribuidas en 29 municipios. Más de ocho mil millones de pesos se prevén para 47 lictaciones de obras con empresas privadas en doce distritos, mientras que otras obras y servicios se hacen a través de convenios de los gobiernos municipales y cooperativas de trabajo.

En total, las obras de infraestructura en marcha son 110, según la información a la que accedió este medio. Con 13 intendencias ya se han suscripto convenios por 387 millones de pesos, y los acuerdos con organizaciones sociales alcanzan a 103 cooperativas de trabajo. Además, 232 millones de pesos se destinan a subsidios para 11 obras que ya están en marcha; 1.214 millones de pesos, a servicios atmosféricos; 248 millones, a limpieza y saneamiento que llevan adelante 33 cooperativas en una decena de distritos.

También hay subsidios que llegan a las comunas por un total de 232 millones y son destinados a pequeñas intervenciones. “Los primeros dos años nos dedicamos a trabajar específicamente en AMBA, hoy tenemos obras iniciadas y avanzando en muchos más barrios y en toda la Provincia”, remarca Romina Barrios, mientras muestra a La Tecla los renders y mapas de uno de los proyectos.

Desde el inicio de la actual gestión, el OPISU tiene la posibilidad de ejecutar obra pública por la excepción en la Ley 6.021 (de normas de contratación) que le permite al organismo ejecutar obra pública.

“En el inicio de esta gestión, el Gobierno nacional y el Gobierno provincial comenzaron a reconocer el hábitat como un problema particular para atender, porque había una política muy dispersa; por un lado, vivienda, y por otro, la infraestructura. Entonces, empezar a agrupar la integración social y urbana y comenzar a tener los instrumentos para llevarlo adelante te permite planificar más en profundidad”, destaca la responsable del OPISU.

En ese sentido destaca que “una de las grandes prioridades en urbanización es el acceso a los servicios públicos, y eso es un tema vinculado a las prestatarias. En AMBA es particularmente con AySA, que tomó la decisión de iniciar los proyectos ejecutivos para barrios populares, y eso nos permite hacer obras que tengan la prefactibilidad de la prestataria, para que después se pueda iniciar la gestión de la toma de los servicios”.

La empresa nacional de agua y saneamiento trabaja en barriadas de Quilmes y La Matanza. La funcionaria también reconoce que hay “dos préstamos elegibles de los bancos internacionales, que heredamos de la gestión anterior, para empezar a generar una política de integración real, por eso la prioridad fueron y son las grandes obras de agua, cloaca y pluviales”.

El plan de urbanización de villas ha sido para cada uno de los gobiernos anteriores un caballito de batalla, que muchas veces quedó diluido en medio de las inmensas necesidades de grandes asentamientos. Desde el Ejecutivo provincial prometen ahora un abordaje más integral, que permita poner un mojón con la leyenda “es posible” y encender una luz de esperanza donde las necesidades duelen e interpelan a toda la sociedad y a toda la política.

La construcción de casas

“En la urbanización de barrios populares, el componente vivienda es uno y, en general, no es el más importante. OPISU solo construye casas para planes de reasentamiento en barrios populares, porque la competencia es del Instituto de la Vivienda. Las que nosotros construimos son en determinados proyectos; por ejemplo, para el tendido de las redes necesitás construir viviendas.

O como tenemos en La Matanza, dos barrios construidos por el Estado de los años ‘70, que son de pésima calidad y hay que hacer el barrio de nuevo”, explica Romina Barrios sobre por qué lo principal no pasa por las unidades habitacionales. De todos modos hay en construcción 155 viviendas, 64 en Villa Itatí de Quilmes y las restantes en La Matanza, donde hay obras en Puerta de Hierro, San Petersburgo, 17 de Marzo y 17 de Marzo bis.

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