La sociedad ha tomado conciencia de la necesidad de apostar por un mayor equilibrio en su nutrición. Por eso, el compromiso de las compañías responsables es clave para continuar abriendo el camino hacia un nuevo paradigma en la alimentación caracterizado por adoptar y promocionar hábitos más saludables. Eso es, precisamente, lo que pretende Coca-Cola.

Consciente de que demasiado azúcar no es bueno para nadie, la empresa respalda las recomendaciones de las principales autoridades sanitarias de limitar el consumo de azúcares añadidos a no más del 10% de la ingesta calórica diaria. Así, para ayudar a las personas a controlar dicho consumo y contribuir a crear entornos alimentarios más saludables, la empresa se esfuerza por reducirlo de sus bebidas y apuesta por la innovación. Un campo en el que Coca-Cola es pionera desde hace décadas. En concreto, por el lanzamiento de nuevos productos bajos en o sin azúcar/sin calorías, y por reformular sus productos, pero sin que pierdan los rasgos de sabor y atractivo de siempre. 

En la actualidad, este camino en España se materializa en que, por ejemplo, el 67% de toda la oferta de Coca-Cola corresponde a productos bajos en o sin calorías y en que, desde 2010, ha introducido 68 nuevas bebidas de este tipo y ha reformulado 24. Son números que implican un respaldo generalizado a sus esfuerzos por disminuir el total de azúcar que pone en el mercado español, que se ha reducido en un 24,4% desde 2015.

Bebidas para todo tipo de ocasiones

Pero, si bien Coca-Cola es conocida mundialmente por la icónica marca que le da nombre, en la actualidad es una empresa total de bebidas con más de 200 marcas en todo el planeta. Con la comercialización de productos nuevos y diferentes, el objetivo que persigue es el de brindar a los consumidores más opciones de disfrute, hidratación, rendimiento y nutrición. Propuestas que satisfacen los gustos y las necesidades de los consumidores en cada momento del día. 

Envases que ayudan a controlar la ingesta de azúcar

Toda esta gama de actuaciones también ha incluido los envases, y es que reducir el consumo de azúcar también pasa por ofrecer el envase adecuado para cada ocasión. Por ejemplo, ofreciendo envases en un tamaño menor para que los consumidores tengan un nuevo elemento que les ayude a controlar su ingesta de azúcar.

Ayudar al consumidor a hacer compras conscientes y fundamentadas es una de las propuestas más importantes en esta estrategia de Coca-Cola, en base a los datos de composición, pueda decidir de una manera responsable la bebida y el formato que más le convenga. Para ello, todos sus productos ofrecen información precisa y transparente en el etiquetado.

Marketing responsable

Pero todo este esfuerzo sería en vano de no verse acompañado de unas pautas de publicidad y de marketing que, de acuerdo a criterios de responsabilidad, también contribuyen a que la sociedad tome alimentos más saludables y con menos azúcar. En realidad, son dos caras de una misma moneda que, en el caso del cómo se da a conocer la marca, se traduce en una extrema sensibilidad para evitar cualquier tipo de mensaje que pueda interpretarse como dirigido a la infancia.

Y eso no es algo nuevo, ya que en 1956 Coca-Cola introdujo su primera política de marketing responsable. A día de hoy esta política garantiza que sus productos no se dirijan a los menores de 13 años, independientemente de su perfil nutricional. Tampoco hace publicidad en medios en los que el 30% o más de la audiencia sean menores. En España, este compromiso de autorregulación Coca-Cola lo amplía hasta los 15 años en medios digitales.

Y para el resto de la población, el círculo se cierra con acciones publicitarias que van encaminadas a promover las versiones bajas en o sin calorías. En Europa, hasta un 90% del marketing de Coca-Cola muestra una opción de bebidas zero azúcar. Es un esfuerzo que comienza a dar sus frutos: de cada diez bebidas que vende la compañía en España, seis ya son bajas en o sin calorías. Igual de refrescante, con el mismo sabor inconfundible y con menos azúcar.