El fiscal Alejandro Gilardenghi mantuvo este martes la caratula de “homicidio agravado en grado de tentativa” y pidió 10 años de prisión para Emanuel Sosa, el joven que en julio del año pasado hirió de una puñalada a Tania Crisostomo en la localidad de Quemú Quemú. El acusado declaró que lo ocurrido “fue un accidente, no le quise hacer daño”, mientras que su abogado solicitó que se le aplique la pena mínima por “lesiones graves culposas” y, al mismo tiempo, pidió que se investigue a uno de los testigos por “falso testimonio”.

En la sala de audiencia numero 1 se llevó a cabo este martes la segunda y última audiencia del juicio en contra de Emanuel Sosa, quien el 27 de julio del año pasado hirió con un cuchillo de cocina a su expareja, dejándola por varios días al borde de la muerte.

El representante del Ministerio Público Fiscal, Alejandro Gilardenghi, sostuvo la carátula inicial de “homicidio en grado de tentativa, agravado por haber sido cometido contra la persona con la que mantuvo una relación de pareja”. Y también pidió que Sosa sea condenado por “amenazas agravadas por el uso de arma, en concurso real”, porque el día de la agresión esgrimió un cuchillo y señaló a los amigos que acompañaban a Crisostomo que “yo voy a ir preso, pero a ustedes los mato”.

Violencia de género

Gilardenghi calificó el caso como paradigmático y aclaró que, mas allá que no se pudo obtener el testimonio de Tania Crisóstomo, quien en juicio revirtió sus dichos y defendió al acusado, se trata de un “ejemplo de manual donde la mujer es víctima de violencia de género”. En su relato, el fiscal consideró que los hechos no son controvertidos y que, más allá de toda duda razonable, durante el proceso se acreditó la autoría en cabeza del acusado.

El fiscal sustentó su alegato en la declaración de los médicos que atendieron a la joven, para explicar que la lesión fue en una zona vital y que, si no hubiese sido por la rápida atención de los profesionales que intervinieron, la víctima hubiese muerto.

Además, destacó que el acusado durante su declaración mintió, en todo momento estuvo lejos del arrepentimiento y sólo se preocupo por su situación judicial.

Destacó también que Sosa no tiene antecedentes judiciales, pero hace dos años intervino en un proceso de suspensión de juicio a prueba que benefició al acusado- por otro caso de violencia. En tal sentido, destacó el informe médico forense que califica al imputado como “una persona violenta”, situación que se agrava por la ingesta de alcohol.

Finalmente Gilardenghi solicitó que Emanuel Sosa sea condenado a 10 años de prisión efectiva, mientras que pidió la extensión de la prisión preventiva hasta que la sentencia quede firme.

Defensa

Por su parte el abogado defensor particular, Santiago Vásquez, pidió que se investigue por “falso testimonio” a Franco Vargas (19), uno de los testigos presentes durante el ataque de Sosa, ya que su declaración fue contrapuesta a los dichos vertidos por la víctima y de acusado.

El defensor alegó que los hechos no ocurrieron como los detalló la Fiscalía. “Acá no se cagaron a trompadas, pego uno solo”, indicó el letrado al indicar que Sosa golpeó a Franco Vargas porque éste supuestamente “escondía su intención de mantener una relación con Crisostomo”.

Señaló que la madrugada que Sosa llegó a la casa de su expareja “Vargas salió de guapo a pelearlo”. Mientras que, sin explicar en detalle cómo aparece en escena el cuchillo, el imputado apuñaló “sin querer” a Tania Crisostomo.

El defensor sustentó su hipótesis en que “el cuchillo no entro todo” y que, por diferencia de tamaño y contextura física, si su defendido quería “podía hacer más daño”.

Por último Vazquez argumentó que, mas allá de que su defendido tenga “la mala suerte” de tener un hijo en común con la víctima, del cual siempre se hizo cargo, nunca vivió en pareja ni tuvo una relación.

El abogado defensor, que en la primera audiencia trató de apretar a uno de los testigos amenazándolo con ventilar cuestiones personales, acción que le valió el reto del juez Rubio, ayer fue un poco más allá y descalificó a joven apuñalada. Justificó el momento de enojo de Sosa, porque su defendido se hace cargo del alquiler de la vivienda donde Tania, donde la joven “se juntan a fumar” con sus amigos. Y continuó “Tania es peligrosa, acá somos grandes y nos conocemos”.

Por último el letrado pidió que se condene a su defendido por el mínimo por “lesiones graves culposas”.

El juez Florentino Rubio le dio la última palabra al acusado Emanuel Sosa, quien aseguró que está “arrepentido” de lo que había hecho, remarcó que “nunca quise lastimar a Tania” y comentó que durante los 7 meses y medio tras las rejas “no pude ver a mi hijo y estuve muy mal”.

El juez de audiencia Florentino Rubio fijo para el martes 3 de marzo a la hora 12:00 horas la audiencia en la que se conocerá la sentencia.