Pide desalojo de un carnicero y dice que vive “un infierno”

Pide desalojo de un carnicero y dice que vive “un infierno”

Una mujer de 61 años asegura que la engañaron con la prórroga de un contrato de alquiler de su local de Martín Fierro y Pasteur. Y a pesar que inició los trámites judiciales para el desalojo, no logra poner fin a la relación contratual con la firma “Pampa Beef” que funciona en ese lugar.

 

Elba Nilda Rodríguez es la dueña del local. Se lo alquiló a Rubén Bernardo, el propietario de diferentes cadenas de carnicerías. Ahora está al frente de “Pampa Beef”.

“El contrato inicial es de octubre de 2011. Era por tres años y un año de próroga”, dijo la mujer que se llegó hasta la Redacción de El Diario. Contó que tuvo muchos problemas con Bernardo, por “maltratos”, “problemas de cobro” y hasta supuestas “amenzas”, todos confictos que terminaron en denuncias judiciales.

Pero a pesar de todo esto, Rodriguez admitió: “como necesitamos el dinero, porque vivo con mis nietos, tuve que hacer la prórroga”. Primero les entregó un modelo de prorroga, pero después firmó otra -aseguró- que le alcanzó Bernardo. Allí, con la firma de Elba Rodríguez establace un nuevo contrato y se revela en unos de los articulos la entrega de “72.000 pesos en concepto de adelanto del contrato”.

“Firmé sin leer”, dijo la mujer a El Diario, reconciendo que la firma del contrato es la suya. “Nunca me entregaron ese dinero”, agregó. Por eso pidió a través de los consultorios gratuitos, que la asesoren.

“El abogado (Nicolás) Romano le dijo al garante Norberto Macias que arreglaran el contrato. Lo iban a hacer, pero después dijeron que el contrato estaba bien hecho”, añadió Rodríguez.

Ahora en una Fiscalía inició una causa por desalojo. La representa la defensora Dora Romero. “Me dijeron que el contrato se podía salvar. Porque dicen que entregaron ese dinero, pero no hay ni firma ni escribano. Ese monto tiene otro procedimiento para el pago”, apuntó la mujer.

La fiscalía que atiende su caso es la misma que interviene por varios de los “juicios laborales” que tiene Rubén Bernardo en su contra. “Uno de los abogados de los trabajadores me dijo que en esa fiscalía (Bernado) declaró que no tenía plata para pagar las deudas laborales y que ahora tiene ese contrato en el que paga 72.000 pesos”, señaló Rodríguez.

Además, la locataria aseguró que el local de Martin Fierro y Pasteur no tenía habilitación comercial al 11 de marzo, según una nota que le respondio el funcionario Carlos Aimar del área de Bromatología.

“Nosotros queremos terminar el contrato. Este hombre tiene muchos problemas. Nosotros vivimos pared de por medio, es un infierno. Muchas veces van personas que se pelean, gritan, hay amenzas. Escuchamos todo. A veces terminaron a las trompadas porque le van a cobrar”, describió Rodríguez.

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