Petroleras: el Puerto, entre el silencio y las cuentas pendientes

Petroleras: el Puerto, entre el silencio y las cuentas pendientes

En una semana dónde cobró fuerza la posibilidad de cancelación del proyectos de Equinor, desde el sitio clave para la operatividad de las iniciativas no hubo pronunciamientos. El estado de la zona y la falta de infraestructura, como obstáculo para el desarrollo del off-shore y otros emprendimientos de la ciudad.

Una noticia sacudió esta semana a la ciudad: Equinor S.A., la empresa hidrocarburífera noruega podría finiquitar los compromisos vinculados a la exploración petroleras en el Mar Argentino. Según trascendió, las idas y vueltas de la justicia, la falta de previsibilidad y voluntad política, serían algunos de los argumentos. 

Desde la perspectiva de los noruegos, desde fines de 2020 y principios de 2021, dónde el proyecto terminó de cobrar forma, cumplimentaron los pasos exigidos por las autoridades de la Argentina, con Audiencias Públicas e instancias evaluatorias incluidas. Si bien la posibilidad de traer la industria off-shore a aguas nacionales entusiasmó por las posibilidades económicas y laborales que implicaría para la ciudad, otros sectores se encontraron en abierta oposición o bien miraron con resquemos la iniciativa.

Las cautelares presentadas a la Justicia provinieron del ambientalismo pero también desde el propio Ejecutivo local, que esgrimió necesitar más información. Por fuera de estos actores, la postura más gris vino por parte de la industria pesquera y el puerto local. 

Recelosos de un nuevo sector económico en pugna, las empresas realizaron exigencias máximas en pos de cuidar su propio recurso. Documentos y declaraciones durante las audiencias y estos dos años, así lo prueban. Desde el sector argumentan que no están en contra, pero tampoco parecen dispuestos a fomentar el avance off-shore. 

Aquí el puerto local, cuya administración pertenece al ravertista Gabriel Felizia, cumple un rol clave. La elección de Mar del Plata como centro operativo por parte de Equinor se debe en buena medida por la cercanía del muelle a la zona exploratoria, ventaja con la que no corre ninguno de los competidores, como Bahía Blanca o el ya fuera de carrera Quequén. 

Luego de trascender la posibilidad de cancelación y con fuertes críticas del sector petrolero y gasífero, el silencio portuario fue llamativo. A lo largo del año, como informó La Tecla, la lupa sobre el puerto trasciende su posicionamiento: el estado de actual, con falta de espacio e infraestructura, podría ser un obstáculo no solo para la industria petrolera sino también para otros negocios, como la empresa Lamb Weston, radicada en el Parque Industrial y que espera poder exportar vía marítima. 

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