Pese al descenso de la actividad, hay optimismo en la construcción

Pese al descenso de la actividad, hay optimismo en la construcción

Los empresarios del rubro están preocupados por la falta de confianza para invertir. Admiten que este año sufrieron un "amesetamiento", pero aseguran que no hay ninguna obra parada. Y están expectantes por lo que pueda pasar en las elecciones del año próximo.

Pese a la escasez de dólares, a la inflación y a la incertidumbre que hay en el sector, los empresarios marplatenses de la industria de la construcción están expectantes y son optimistas: creen que las elecciones del año próximo ya empezaron mejorar el clima de negocios y a generar un marco de confianza.

El miércoles pasado, en el ágape que organizó el Centro de Constructores para celebrar el Día de la Construcción, Norberto Cánepa, presidente de la entidad y vicepresidente de la constructora Consca, lo resumió en pocas palabras: "Estamos viviendo un momento de incertidumbre que afecta a distintas empresas, pero somos optimistas."

¿Cómo puede convivir la incertidumbre con el optimismo? Según Cánepa, porque a pesar de que el ritmo de la actividad ha bajado con respecto a índices anteriores, todavía hay mano de obra ocupada y crece la expectativa con lo que pueda pasar en 2015 en el plano político.

"El fin de un ciclo genera preocupaciones, y un nuevo ciclo va a generar expectativas positivas. Por lo tanto, entendemos que vamos a salir de esta coyuntura", dijo a LA CAPITAL.

Lo mismo presiente Luis Silva, titular de la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios: "El sector está muy expectante. Si bien se han retraído las ventas, sigue habiendo inversiones en la construcción porque está todo el mundo esperando que la situación mejore. Hay optimismo. Cualquiera que sea el gobierno que gane, vamos a mejorar." Según indicó, la Argentina está muy por debajo de los países linderos en cuanto a los valores de los inmuebles. "En cuanto se genere un poco de confianza, eso va a cambiar y se van a ir acomodando los valores", estimó.

Silva ponderó la instrumentación del Certificado de Depósito para Inversión (Cedin), el instrumento para el blanqueo de capitales con el que el Gobierno apostó a reactivar el sector inmobiliario. "Es una herramienta bastante interesante que moviliza un poco la construcción", evaluó.

Lo que también contribuye, a su entender, es el plan de créditos para viviendas Procrear: "Está funcionando muy bien. Sirve para los corralones de materiales, para la mano de obra. Inyecta en el sector de la construcción un capital importante."

Una mirada similar tiene Juan Álvarez, presidente de Vetra Constructora: "El Procrear está funcionando bastante bien. Lo que hacían falta en Mar del Plata eran terrenos, que al haber demanda elevaron su precio". Y Cánepa opinó que el programa de crédito "impacta a una menor escala porque construye viviendas unifamiliares".

El titular del Centro de Constructores también citó al secretario adjunto de la seccional local de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), César Trujillo, quien dijo que "el que tiene oficio, tiene trabajo". "Es así", coincidió Cánepa, y ponderó el rol de las escuelas de capacitación del gremio para generar mano de obra calificada.

Al trazar un análisis general de la industria de la construcción, Silva reconoce que hay "un amesetamiento". Pero enseguida apunta: "Se sigue construyendo. En Mar del Plata no hay ninguna obra parada, y hay ocupación casi plena de la mano de obra."

Destaca, eso sí, que históricamente antes de las elecciones presidenciales se produce una retracción en el mercado inmobiliario, y que el panorama "reverdece" después de las elecciones.

Cree que esa tendencia ya se está notando: "Esta no es una actividad en que el producto se puede fabricar de una semana para la otra. Se tarda un año para aprobar los planos y dos para construir, por lo que hay que anticiparse. Y el mercado se está anticipando porque cree que la actividad va a florecer."

En el sector coinciden en que las principales obras que se están ejecutando en la ciudad son la del centro cultural y comercial de la ex terminal y las torres que proyectó el prestigioso arquitecto tucumano César Pelli frente a Playa Chica.

Pero, al hablar de las expectativas de la industria, Juan Carlos Zamora, presidente de la constructora Plantel, traza una diferencia entre las obras públicas y las privadas: "En cuanto a lo que es obra pública, la perspectiva es que en un año electoral el gobierno invierta en ese ramo; la obra privada está atada a la situación económica del país, al cepo del dólar, a todos los inconvenientes que se dan en el sector inmobiliario."

Para Álvarez, el problema es que la construcción siempre estuvo dolarizada. "Y hoy en día hacer un financiamiento en dólares es imposible, entonces se trata de vender en pesos indexados por el índice de la construcción. Eso se está llevando adelante en departamentos más chicos, no tan suntuosos como se hacían antes", distinguió.

A tono con sus colegas, sostuvo que que la construcción en Mar del Plata "sigue con un ritmo importante", y se esperanzó: "Esperemos que pueda pasar este año, que viene un poco complicado, y ver si se puede repuntar".

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