Los coordinadores nacionales comenzaron a consensuar una treintena de documentos que deberán ser discutidos por los cancilleres el lunes y por los presidentes el martes y miércoles. Mientras tanto, la isla lanzó una "ola represiva"
Los coordinadores nacionales del bloque, la mayoría vicecancilleres de los países de la Celac, comenzaron en el recinto habanero de Pabexpo, la sede de la cumbre, una reunión de dos días para consensuar la treintena de documentos que saldrán de una cita cuyo tema central es la lucha contra la desigualdad y la pobreza.
Entre esos documentos figuran la declaración política, el plan de acción de la Celac para 2014 y comunicados especiales sobre temas como el apoyo a Argentina en el contencioso de las islas Malvinas, la defensa de los recursos naturales de la región o la declaración de América Latina como zona de paz.
Preside el foro de coordinadores de la Celac el vicecanciller cubano, Abelardo Moreno, para quien el objetivo central de la cumbre es afianzar la consolidación del organismo, según señala en una entrevista que publica este sábado el órgano oficial del Partido Comunista, el diario Granma.
Tras esa reunión, el próximo lunes se celebrará el encuentro de ministros de Exteriores, en víspera de la cumbre fijada para los días martes y miércoles.
Se prevé que a lo largo del fin de semana y el lunes vayan arribando a la isla caribeña el resto de los cancilleres y mandatarios latinoamericanos.
El evento ha elevado su perfil al confirmarse, además, la asistencia de dos destacados invitados internacionales: el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
En el caso de la OEA, es la primera vez en más de medio siglo que un secretario general de ese foro visita Cuba, cuyo Gobierno invitó a Insulza al ser el país que ejerce la presidencia pro témpore de la Celac, en una práctica de "cortesía diplomática".
La OEA suspendió en 1962 a Cuba como miembro del organismo por ser un país comunista pero levantó esa medida en 2009, aunque la isla rechaza reintegrarse en ese organismo.
Y precisamente sobre la presencia de los líderes de la ONU y la OEA en Cuba se pronunciaron este sábado representantes del exilio cubano en Miami, que recibieron con enfado y malestar el "giro diplomático" que suponen esas visitas de Ban e Insulza.
Mientras tanto, representantes de la disidencia interna cubana manifestaron este sábado su temor a una "ola represiva" durante la cumbre regional y denunciaron varios arrestos y detenciones temporales de opositores en las últimas horas.
El portavoz de la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, dijo a la agencia EFE que han ocurrido al menos 8 detenciones, la mayoría por horas, siendo el caso más serio el del opositor José Daniel Ferrer, en "paradero desconocido" desde hace casi 24 horas.
Al parecer Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) y exprisionero político del Grupo de los 75, fue detenido en La Habana, adonde viajó desde Santiago de Cuba, su lugar de residencia, para acudir a un foro sobre democracia que la disidencia espera celebrar el próximo martes.Otro de los casos es el del histórico dirigente Guillermo Fariñas, que se encuentra bajo prisión domiciliaria y habló con Infobae: "Cuando salía de mi casa ayer (viernes 24 de enero) a las 9 de la noche fui arrestado por miembros de la Brigada Especial del Ministerio del Interior, de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y de la Unidad provincial de Investigaciones Criminales y Operaciones (UPICO)".
"En este momento estoy en reclusión domiciliaria y tengo efectivos frente a mi casa que no me dejan salir", contó el vocero de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), la organización disidente más importante del país.
Fariñas no tiene dudas de que la causa de su detención es la realización de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que contará con la presencia de los presidentes el 28 y el 29 de enero próximos en La Habana. De hecho, le comunicaron que lo dejarían libre el mismo 29.
"Esto demuestra que fue un gran error permitir que el gobierno cubano, que no fue elegido democráticamente, forme parte de la Celac. Ningún estado democrático puede permitir esta intolerancia con sus ciudadanos", afirmó.
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