Los sectores de agroindustria, BPO (externalización de procesos de negocios), textiles y confecciones, software y tecnologías de la información, entre otros, impulsaron la llegada de inversión y reinversión extranjera a segmentos no mineros de Antioquia este año. El departamento cierra 2021 con 22 proyectos de esta clase que generarán unos 9.000 nuevos empleos.

Así lo destaca Flavia Santoro, presidenta de Procolombia, entidad que estimuló el arribo de dichas iniciativas que ascienden a 1.563 millones de dólares. Al cambio de hoy eso significa unos 6,31 billones de pesos, es decir, el 4,2% del PIB antioqueño de 2020 (que fue de $149,7 billones).

Una inyección importante para la reactivación que según Santoro muestra la ruta de las actividades económicas a las que esta zona del país le debe apostar. “Tenemos claro que la llegada de nuevos proyectos con transferencia de tecnología y conocimientos es esencial para seguir transitando la senda de crecimiento del departamento”, manifiesta.

¿Desde dónde está llegando la inversión? Según Procolombia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Canadá, México, Suecia o España son algunos territorios que se apuntaron con importantes ideas de negocio para municipios como Medellín, Rionegro, La Pintada, Barbosa, Guarne o Envigado.

Las iniciativas

Entre las inversiones más sonadas del año en la región está, por ejemplo, la de Royal Enfield. El líder mundial en el segmento de motocicletas de tamaño medio (250 - 750cc) inició el ensamble de hasta 160 máquinas al mes en la planta de Grupo Corbeta, en Envigado, generando 80 empleos directos y hasta 1.500 indirectos.

Por su lado, el Oriente antioqueño también ha visto importantes movidas industriales. PepsiCo avanzó en la construcción de su nueva planta en Guarne, para la cual invierte US$93 millones y genera hasta 700 puestos de trabajo.

Entre tanto, la compañía sueca Essity –que este año se quedó con una participación de 95,8% en Productos Familia– le apostó a la construcción de una planta de producción y un centro de distribución de última generación en Rionegro, que creará 150 empleos y requirió cerca de US$60 millones.

Además, en ramos como la agroindustria llegaron negocios por más de US$20 millones para la producción de aguacate hass y sus derivados y cultivos de limón tahití, mientras que en energías limpias hay varias estrategias que generarían más de 2.000 nuevas posiciones laborales.

En el país

Ahora, a nivel nacional la expectativa es que la Inversión Extranjera Directa (IED) cierre este año con US$ 11.175 millones, lo que implicaría un 49% más respecto al 2020

Mientras tanto, “para 2022, se espera que los flujos de inversión directa sigan recuperándose y se ubiquen en US$12.953 millones, creciendo 15,9%”, vaticina la presidenta de Procolombia