Pedirán la nulidad del fallo que dejó en libertad a Lagostena

Pedirán la nulidad del fallo que dejó en libertad a Lagostena
Lo confirmó el abogado de la familia de Érica Soriano, Marcelo Mazzeo, en diálogo con Info Región. “También vamos a pedir la recusación de los jueces”, agregó el letrado, que anticipó que harán la presentación apenas termine la feria judicial.Lagostena hace más de un mes que está libre.
Indignación. Esa es la sensación que invade a la familia Soriano desde hace poco más de un mes, cuando la Justicia de Lomas de Zamora cedió la libertad a Daniel Lagostena, quien fuera pareja de la aún desaparecida Érica. Lagostena, que tenía preventiva, primero fue beneficiado por un error de procedimiento –dado que se le tomó declaración por la desaparición y se le dio la preventiva por homicidio- y luego, por “falta de pruebas” del supuesto crimen de su mujer.

Hoy, los Soriano sólo esperan que se reanude la actividad en los Tribunales para pedir la “nulidad” del fallo de la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora, que puso otra vez a quien fuera el concubino de Érica en la calle, a fines de diciembre.

“Vamos a presentar un recurso de nulidad porque entendemos que el fallo de la Cámara es totalmente contradictorio y sin fundamentos. También vamos a recusar a los jueces de Cámara”, adelantó e este medio el abogado de la familia Soriano, Marcelo Mazzeo.

Lagostena estuvo detenido desde el mes de julio, sospechado de haber matado a su mujer. Sin embargo, para los Soriano los avances que habían logrado conseguir en la causa comenzaron a tambalear el 21 de diciembre, cuando la Cámara de Apelaciones y Garantías anuló la prisión preventiva “por razones procesales”.

Aún así, el juez Gabriel Vitale rechazó el pedido de libertad presentado por los abogados del hombre y volvió a dictarle la preventiva, esta vez por "homicidio simple y aborto en concurso ideal, en el contexto de violencia familiar". Sin embargo, 48 horas después la Cámara de Apelaciones -integrada por los jueces Tomás Alberto Bravo y Jorge Tristán Rodríguez- consideró que Lagostena debía ser liberado “por falta de pruebas”.

Lo cierto es que la madre y los hermanos de Érica no tienen dudas de que es él el responsable de la ausencia de la chica, que tenía 30 años y estaba embarazada de dos meses cuando se la vio por última vez, el 21 de agosto de 2010.

“Durante los primeros días de febrero vamos a recurrir a la Cámara de Casación Penal para solucionar esta cuestión”, sostuvo Mazzeo.

Cuando la familia supo de la liberación, sintió bronca. “Lo liberaron a propósito un día antes de que comenzará la feria judicial. Yo no voy a esperar nada de la Justicia”, había señalado una herida Ester Soriano, que desde un primer momento tomó las banderas en la búsqueda de su hija.

“Lo único que voy a hacer es seguir buscando pruebas, probar todo lo que esté a mi alcance, seguiré rodeándome de gente que me acompañe”, había advertido la mujer.

Érica Soriano (30), estaba embarazada de dos meses y medio al momento de su desaparición, y era mamá de una nena de 8 años. La mujer, que vivía en Lanús junto a Lagostena , y salió según él para visitar a la madre a la localidad bonaerense de de Villa Adelina, pero nunca llegó a destino.

Luego de una larga investigación, el fiscal Gerardo Loureyro y el juez Vitale recopilaron pruebas que hacen sospechar que Érica fue asesinada.

Para llegar a esa conclusión, reconstruyeron que a pocos días de la desaparición de Erica, llamaron desde una inmobiliaria de Villa Adelina a la casa de su madre porque la joven había averiguado para alquilar una propiedad en esa zona.

Una amiga declaró que Érica le había hablado de "lo mal que la estaba pasando en el último tiempo con Daniel” y para el juez de esto surge que "Érica iba a culminar su relación de pareja con intención de mudarse a la ciudad de Villa Adelina".

Sobre lo sucedido el 20 de agosto, el juez consideró probado que por la tarde la pareja fue al ginecólogo y a las 22.13 Érica recibió el llamado de una amiga y le dijo que estaba yendo con Daniel hacia su casa en auto.

Cerca de la medianoche, Lagostena comenzó a intercambiar mensajes con su sobrino Brian Poublán (22), hijo de su hermana, con quien hasta entonces no tenía un trato cotidiano ni habitual.

Alrededor de las 5 de la madrugada del día siguiente un teléfono celular a nombre de la madre del joven registró llamadas salientes en el centro porteño y la Costanera Norte, en Capital Federal, y luego se activó en Lanús, cerca de la casa del joven y su madre.

Una fuente judicial explicó que se cree que esas llamadas se dieron en el lapso durante el cual se hizo desaparecer el cuerpo de Érica.

Otro dato que condujo a la preventiva fue que el 21 de agosto, cuando la familia de Erica fue a su casa con la Policía para saber sobre ella, encontró allí la ropa con la que Lagostena dijo que había salido hacia lo de su madre tras mantener una discusión con él; su cartera con todas sus pertenencias, excepto el celular, y el ácido fólico que tomaba por su embarazo.

Además, la familia encontró el hogar a leña de la casa encendido, pese a que se había registrado una temperatura de casi 25 grados y en ella restos de poliéster que se correspondían con una bombacha, por lo que se presume que el imputado quemó allí la ropa de su pareja, dijo un vocero.

También se encontró una mancha de sangre debajo de una mesita ratona que fue detectada con luminol, pero como había sido lavada sólo se pudo determinar que era de mujer.

"De acuerdo al recorrido minuciosamente enumerado anteriormente, entiendo que la vida de Érica Soriano y su embarazo se han extinguido en momentos que se encontraban en la vivienda de Coronel Santiago 1433 de Lanús, en manos de su pareja Daniel Lagostena, pero a su vez, habría recibido colaboración por parte de su entorno familiar", había señalado entonces Vitale.

Repudios a la decisión judicial

Lo cierto es que cuando se conoció la liberación de Lagostena organizaciones sociales y funcionarios del Poder Ejecutivo y Legislativo cuestionaron la decisión judicial y se convocaron en la Plaza Belgrano.

En esa oportunidad, la subsecretaria de Políticas Sociales del Municipio de Lanús, Mariela Fernández, había considerado que “la liberación de Lagostena genera un cuestionamiento a la Justicia”.

“Yo solo espero justicia, no puedo hacer otra cosa por mi hija que honrar su memoria sin descansar un solo día. Ella tuvo una vida y se la quitaron, voy a seguir adelante por mantener vivo su recuerdo, para que no haya más víctimas de violencia familiar y para que esos crímenes no queden impunes”, reflexionó la mamá de Érica, Esther.

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