No fue un paseo, pero lo llevaron los Mateo

No fue un paseo, pero lo llevaron los Mateo
Estudiantes le ganó en suplementario 91-85 a Regatas de Concepción del Uruguay. Dos triples clave de Juan Ignacio en el alargue y una aporte excepcional de su hermano Leandro cuando la pasaba mal resultaron decisivos.
Como carta de presentación, no pudo ser mejor. Más allá de los errores, del nerviosismo y de las fallas, Estudiantes y Regatas de Concepción del Uruguay jugaron una primera final trepidante, que cambió varias veces de manos, y se la llevó Estudiantes en tiempo suplementario con dos triplazos oportunos de Juan Ignacio Mateo desde la esquina que da al recuerdo de la vieja cancha descubierta.

Arbitraron Sebastián Mellado, Aitor Ramallo y Jorge Guzmán (de tarea casi grotesca), y los parciales fueron Estudiantes 14 - Regatas de Concepción del Uruguay 21, 39-28, 57-52 y 73 iguales al cabo del tiempo regular.

Regatas sorprendió a Estudiantes; jugó un excelente primer cuarto. Fue dueño absoluto de su tablero defensivo, corrió el contraataque con fluidez, seleccionó muy bien los lanzamientos, desorientó a todos con lo cambios permanentes de quinteto, y el primer llamado de atención fue cuando, de pronto, Estudiantes se vio siete puntos abajo (7-14) y desorientado a 3m. 35s. para el final del primer cuarto.

Sanchez (posteado o penetrando), el vigor de Leandro Mateo en la pintura inicaron una reacción, que se consolidó en un segundo cuarto impecable de Estudiantes. Ajustólas marcas, secó a Regatas, encontró el aro y llegó a sacar una diferencia máxima de 12 puntos.

El dato insólito de la noche lo dio el banco visitante, cuando mandó seis jugadores a la cancha para cerrar el segundo parcial, que el bata se lo llevó por 11 (39-28), tras empezarlo siete abajo.

En buena parte del tercer Estudiantes manejó la diferencia con solvencia, y parecía una tendecia consolidada cuando doble y conversión de Abeiro lo dejaron 13 puntos arriba (52-39), con 4m 03 por jugar en el penúltimo parcial.

Regatas achicó a cinco para el descanso (52-57) y el último parcial puso en aprietos a Estudiantes, con las mandadas del pibe Mariani (impecable desde la línea de personales) y la versatilidad de Wall, tanto desde más allá de la línea como en la pintura.

Dos puntos de Abeiro pusieron 73-70 con 27 segundos por jugar, pero Estudiantes no cuidó bien el perímetro, Fernández lo sorprendió con un bombazo desde lejos y mandó el partido a suplementario.

Estaba para cualquiera de los dos, hasta que Juan Ignacio Mateo tomó la pelota en el momento más caliente de la noche e hizo la diferencia justa para darle a Estudiante el primer juego de esta serie.

El viernes volverán a verse las caras, a la misma hora, en el mismo lugar, y el segundo juego promete ser tan atrapante como el primero.

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