Instalarán cuatro garitas con agentes de la Metropolitana para mejorar la seguridad. Las obras, que incluyen las resistidas rejas, estarían listas el próximo fin de semana, según el Gobierno porteño.se enfrentó con vecinos y manteros de la feria ilegal que se manifestaban contra la reja: Hubo 22 detenidos.
Luego la obra fue parada dos días por una medida pre-cautelar, pero finalmente el juez en lo Contencioso Administrativo Osvaldo Otheguy le dio el visto bueno a la reja.
El Parque Centenario ocupa 12 hectáreas entre Díaz Vélez, Angel Gallardo, Patricias Argentinas y Leopoldo Marechal. Además, aloja a importantes instituciones, como el Museo de Ciencias Naturales, el Instituto Pasteur y el hospital Marie Curie.
En 2006 el Gobierno porteño realizó obras de puesta en valor en el anillo central, donde están el lago y el anfiteatro. A los pocos días de inauguradas fueron vandalizadas, por lo que se decidió colocar una reja que aún existe en ese perímetro.
La vigilancia estará a cargo de guardianes de plaza y de efectivos de la Policía Metropolitana. Las casillas se ubicarán en los cuatro accesos principales al parque, junto a las pérgolas (ver El nuevo...).
Las obras buscan especialmente la puesta en valor. El personal de la Ciudad está renovando los canteros y el sistema de riego, y además están revisando los árboles para sacar aquellos que corran riesgo de caerse (ya removieron cuatro). También están reparando las torres de luz, las pérgolas, los bancos, el sistema de bombeo del lago central y principalmente los baños públicos, que estaban destruidos por el vandalismo.
Pero además el Parque Centenario sumará nuevas instalaciones. La Ciudad construirá una pista atlética, un circuito aeróbico para que la gente de la tercera edad pueda hacer ejercicios y un patio de juegos integradores para chicos.
Mientras tanto, el Gobierno continúa con la instalación de la polémica reja perimetral, por eso el parque está cerrado con una valla de obra y custodiado por la Metropolitana. Si bien muchos vecinos apoyaron la iniciativa, todavía persiste en algunos, a los que se suman vendedores y artistas callejeros, el rechazo a que el parque quede cerrado de noche. “Nosotros venimos siempre, traemos la reposera y la radio. De día nunca pasó nada, es un ambiente familiar. De noche no sé, nunca lo crucé. No creo que las rejas sean la solución, pero sí veo bien que pongan las garitas”, contó María, una vecina jubilada que tomaba mate en la vereda con su marido. En tanto, Fernando, otro vecino, agregó: “Me gustaría que el Gobierno nos haga participar, que manden cartas con propuestas y cada vecino las conteste, que sea una decisión de todos”. Desde el Gobierno porteño aseguran que los vecinos sí quieren las rejas. Y afirman que servirán para mantener el parque “seguro y en buenas condiciones”, ya que sostienen que su deterioro es producto del mal uso.
Cuando comenzaron las obras, el 29 y 30 de enero, la Metropolitana
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