Donde la paralización de actividades tuvo fuerza fue en la industria y el transporte, así como en las escuelas, donde la asistencia fue casi nula.

En cuanto al primer rubro, desde minutos antes de las 6 se bloquearon todos los accesos al Parque Industrial Pilar: El Petrel, Frondizi y la entrada lindera con el club de campo CUBA.

Allí, manifestantes del la Interfabril de Trabajadores (creada en 2013) y partidos de izquierda se apostaron sobre las rutas de entrada al predio para impedir el paso de quienes quisieran ingresar.

Dichos cortes fueron levantándose cerca del mediodía: en primer lugar se abrieron los accesos de El Petrel y la entrada por CUBA. El de la calle Frondizi fue el último en abrirse al tránsito.

Desde allí, la mayor parte de los manifestantes se dirigieron al corte que los partidos de izquierda montaron en Panamericana y Henry Ford, donde hubo incidentes con la Gendarmería.

Parados

Las que estuvieron cerradas durante todo el día fueron las estaciones de servicio. Incluso, algunas de ellas (como la Esso de Panamericana y Tratado del Pilar, o la YPF de Tratado del Pilar y Estanislao López) estuvieron rodeadas de precintos de seguridad para que nadie pudiera ingresar, no solo a los surtidores sino también al resto del playón.

En cuanto al transporte, los trenes y colectivos no circularon, lo que aportó al panorama desolador que presentaron las calles durante todo el día, y una sensible disminución de la cantidad de gente que se movía por Pilar. No obstante, hubo un medio de transporte que sí funcionó: algunas remiserías permanecieron abiertas.

Las distintas estaciones de trenes lucieron casi vacías, así como la terminal de ómnibus. No obstante, allí algunos locales de su galería comercial igualmente abrieron sus puertas.

También la Panamericana se presentó con un flujo de automóviles menor al de los días de plena actividad, aunque no se produjeron piquetes en el ramal Pilar.

Por otra parte, quienes se movieron en auto pudieron no pagar el estacionamiento medido, ya que –a pesar de que se cobró igual al que quisiera pagarlo- no hubo inspectores recorriendo la zona delimitada: “No está eximido, pero no lo estamos exigiendo”, expresó a El Diario una fuente del Municipio.

Escuelas y comercios

La asistencia a los colegios fue casi nula: inclusive, en varios de ellos no acudieron más de 10 alumnos. En otros, directamente ninguno. Lo mismo ocurrió con el plantel docente, aunque cada establecimiento fijó su propia organización: hubo quienes pidieron justificativo por la falta, y otros que directamente avisaron a los profesores que en sus cursos no tendrían alumnos.

En cuanto a los comercios, el paro estuvo lejos de ser total: fueron varios los que eligieron levantar sus persianas. Por ejemplo, la mayoría de los kioscos estuvieron abiertos, así como locales de diferentes rubros como negocios de venta de indumentaria, zapaterías, librerías, fruterías, carnicerías.

A su vez, sitios como las oficinas céntricas de la Sociedad de Comerciantes (SCIPA) estuvieron abiertos para aquellos que necesitaron pagar sus facturas.

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Alumno acudió ayer al Instituto Parroquial, en el centro de Pilar.

En el Parque

“Hubo un 98% de acatamiento”

En declaraciones radiales, Oscar Larramendi, titular del Sindicato de Choferes de Camiones de Pilar, expresó que en el Parque “hubo un 98% de acatamiento, está vacío, salvo algún que otro gerente”.

Sobre la ausencia de un acto central, como suele hacerse en estos casos, indicó que “fue para evitar incidentes”. Por otra parte, recordó que “el 20 de noviembre hubo otro paro y fue contundente”, agregando que “decirle ‘político’ es la excusa que pone el gobierno”.