Protestarán porque hace tres años que los estudiantes tienen clases en contenedores y no obtienen respuestas al pedido de un edificio propio, cuyo terreno ya fue donado por la comuna.
Desde hace tres años, los cerca de 130 estudiantes que acuden al Ipem anexo estudian en las “aulas móviles”, consistentes en dos contenedores, y sólo cuentan con cuatro baños químicos.
Los alumnos están pidiendo que las autoridades provinciales cumplan la promesa de construir un edificio propio para la escuela, ya que con ese objetivo la comuna de Villa Parque Siquiman donó un terreno en el año 2010.
Jorge Rodríguez, presidente del Centro de Estudiantes del Ipem 332 Anexo, explicó a LA MAÑANA que la jornada de protesta se realizará en la plaza de Parque Siquiman ubicada en la vera de la ruta, donde se repartirán folletos a los autos que circulen y se realizará una representación artística ironizando con los baños químicos que son toda la infraestructura sanitaria con la que cuentan.
“La semana pasada difundimos una carta abierta a José Manuel de la Sota para reiterarle la situación en las que nos estamos educando. Pero no es la primera vez que le escribimos una carta al gobernador. Nunca nos contestó”, aseguró Rodríguez.
En el escrito firmado por el Centro de Estudiantes, los alumnos aseguran que “no es que nosotros como comunidad no soportamos una situación de emergencia, pero dicho problema se ha extendido en el tiempo, y ya de emergencia pasó a ser indigno para todos”.
En la misma carta, detallan que el pedido de construcción del edificio escolar fue elevado hace algún tiempo y que “está en la dependencia de Infraestructura Escolar y en la de Emergencia Edilicia”.
Es que para los chicos tener clases en los contenedores significa soportar bajas temperaturas sin calefacción en invierno, y sufrir el calor que recrudece con las paredes y techos de chapa durante el verano. Pero además, con los últimos temporales sufridos en la zona, las aulas móviles se convirtieron “en un peligro latente”, porque sus paredes quedan electrificadas, lo que hace imposible el dictado de clases.
“Otro de los temas que padecen en esta escuela, es el lugar donde se debe utilizar como comedor (que funciona arriba de la cámara séptica), con espacio para 20 alumnos”, explicó uno de los profesores. “Los profesores y los alumnos de los cursos más altos son quienes sirven la leche a los más chicos”, señaló el docente, quien ilustró la situación con el comentario de deseo que le realizó una alumna días atrás: “No quisiera irme de esta escuela sin conocer lo que es tomar una clase en una aula de verdad”.
Comentá la nota