El padre Ignacio postergará su mudanza a la capital provincial

El padre Ignacio postergará su mudanza a la capital provincial

El popular sacerdote estuvo en la ordenación diaconal de tres seminaristas, junto a Puiggari y Maulión. Durante la ceremonia la feligresía se enteró que por ahora no se radicará en Paraná

 

El padre Ignacio Peries participó ayer en la ceremonia de ordenación de tres nuevos sacerdotes, que se realizó en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Paraná. Se trata de los seminaristas Fredi Alberto Albanez Mesa, Álvaro René Pantoja, ambos oriundos de Colombia, y de Miguel Ángel Narváez, de San Salvador de Jujuy. Todos pertenecen a la Cruzada del Espíritu Santo.

En su mensaje durante la misa, el cura rosarino destacó “la posibilidad de poder compartir un momento tan trascendente”, y comentó: “Estamos viviendo este sueño de poder llevar al mundo sacerdotes desde América Latina, y se está cumpliendo de una manera muy especial. Le agradecemos a Dios, ya que es un día muy importante para nosotros y para la Cruzada del Espíritu Santo”.

La misa, que comenzó a las 10, fue presidida por monseñor Juan Alberto Puiggari, quien estuvo acompañado por el arzobispo emérito Mario Maulión, junto a un conjunto de sacerdotes.

“Fue una celebración muy linda, muy emotiva. Son diáconos de la Cruzada del Espíritu Santo y si bien se formaron en Colombia, existe un proceso canónico de la Santa Sede que indica que ellos se ordenen acá en Paraná. Ahora deben esperar que Ignacio les indique su misión y a qué lugar deben llevar el Evangelio”, comentó a UNO monseñor Puiggari.

A su vez, expresó: “Es un orgullo que esta ordenación se haya podido llevar a cabo en Paraná, con la presencia del padre Ignacio. Y además, haber podido recibir a tanta gente de Colombia y de Jujuy que vino a acompañar a los nuevos sacerdotes, nos llena de alegría”.

Consultado acerca de la posibilidad de que Ignacio Peries se radique definitivamente en la capital provincial, señaló: “Es el deseo de muchos que el padre Ignacio venga a quedarse a vivir en Paraná, pero por ahora no va a ser posible; a lo mejor es algo que podría llegar a ocurrir en el futuro, pero no ahora. En este proceso de organización se fundó la casa principal de la Cruzada del Espíritu Santo y hay un sacerdote que se ocupa de la parte administrativa, pero no el padre Ignacio, que viene de vez en cuando”.

En relación a este tema, la intendenta, Blanca Osuna, quien también estuvo presente en la misa, manifestó: “Trabajo para que el padre Ignacio venga a radicarse en Paraná. De hecho, él viene seguido. Estuve en la inauguración de su casa y fue un hecho muy emotivo; tuve la alegría y el orgullo de poder participar en esa instancia junto con monseñor Puiggari y monseñor Maulión. Ya veremos si se viene definitivamente, pero el hecho de que tenga su sede acá es un anclaje que nos acerca a esa idea”.

Por otra parte, la mandataria expresó: “En la medida en que me es posible, acompaño todo el movimiento y la fuerza que tiene la cruzada que llevan adelante Ignacio y la gente que lo está acompañando. En este caso, fue una ceremonia muy emotiva, sobre todo porque es la primera vez que se ordenan diáconos en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús. Además de la emoción, de la fe y del amor que nos infunde esta misa, nos da mucha fuerza a todos los que pudimos quedarnos a participar y a compartir. Nos quedamos movilizados en torno a estas cosas que genera la fe”.

 

Sin la bendición tan esperada

La única vez que el padre Ignacio Peries brindó misa y efectúo una bendición en la capital provincial, fue el 24 de abril de 2012; también en el Sagrado Corazón de Jesús. Congregó a más de 40.000 fieles.

Ayer solo vino para participar en las ordenaciones diaconales, pero no realizó la tan espera bendición por la que se acercaron varios de los fieles. Hubo quienes llegaron temprano al templo. Laura, una devota del padre Ignacio, arribó pasadas las 7 y contó a UNO: “Siempre que puedo voy a las misas del padre Ignacio en Rosario. Él es muy especial y fue muy emocionante verlo, aunque no nos haya hecho la imposición de manos”.

Julio, otro de los que llegaron con la esperanza de tener un contacto más directo con Ignacio, comentó visiblemente conmovido: “Vine buscando la bendición del padre Ignacio, y si bien no fue posible, al entrar a la iglesia y verlo ya me emocionó”.

También Clotilde, una mujer de 93 años, asistió a la misa con esta expectativa: “Me operaron de un cáncer hace cinco días y vine a pedirle unos años más de vida”, aseguró a UNO.

 

 

El testimonio de los nuevos sacerdotes

 

Al terminar la ceremonia, casi al mediodía, los tres nuevos sacerdotes se quedaron un rato más en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, donde recibieron el saludo de los fieles.

En diálogo con UNO, cada uno de ellos brindó su testimonio y expresó sus emociones.

Mientras le daba la bendición a las personas que se acercaban a manifestarle su cariño. Álvaro René Pantoja, dijo: “Soy de la República de Colombia y esta experiencia no tiene comparación. Solo la gracia de Dios nos hace partícipes de su amor y es algo muy hermoso, que casi no se puede expresar con palabras, pero que con seguridad se goza por esta obra que hace Dios. Estar en la Cruzada del Espíritu Santo es un designio de Dios y estoy muy feliz”.

En tanto su coterráneo, Fredi Alberto Alvanez Mesa, señaló: “Tengo sentimientos encontrados, ya que en estos momentos no pude estar con toda mi familia ni con mis amigos, que por distintas circunstancias no pudieron venir desde Colombia, pero igual me sentí acompañado y muy feliz, porque en el tiempo que llevo aquí en la Argentina ya me han acogido como uno más y me hicieron sentir muy bien”.

“Con el padre Ignacio estamos muy contentos, porque es nuestro superior y siempre tenemos contacto con él, pero además es una persona que nos brinda su amistad”, agregó.

Miguel Narváez, oriundo de San Salvador de Jujuy, contó a UNO: “Vine con mi gente, con 38 personas que me han acompañado, entre ellos dos sacerdotes muy queridos y estoy muy alegre, muy feliz, porque Dios en su misericordia me ha sabido elegir, a pesar de los errores y de los defectos. A todos les digo que se animen a decirle sí al Señor porque Dios es tan grande que no mira las miserias sino que nos llena de misericordia”.

“Formo parte de la Cruzada del Espíritu Santo por una invitación que recibí a través de un chico que hoy en día no está y me llamó tanto la atención que sin conocer ni Rosario ni al padre Ignacio me haya marcado un camino tan grande. Esto fue un comenzar de nuevo y no podría arrepentirme. Estoy feliz con esta ordenación y le debo todo a ellos”, concluyó.

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