Otro caso de narcopolicía abre dudas sobre una red dentro de la fuerza

Otro caso de narcopolicía abre dudas sobre una red dentro de la fuerza

Un móvil del 911 de Orán fue interceptado en la capital con 74 kilos de cocaína.

El ministro apuntó al accionar de un policía, pero se sospechan más conexiones.

En un hermético procedimiento antidrogas, Gendarmería Nacional detuvo ayer, a primera hora de la mañana, a un cabo de la Policía de Salta, perteneciente a la División Seguridad Urbana (911), quien transportaba en el móvil oficial nada menos que 74 bultos de cocaína de máxima pureza.

Su arresto abrió una investigación que busca determinar las conexiones del narcotráfico dentro de la fuerza, una infiltración del crimen organizado que ya sucedió en otros años dentro de la Policía.

El juez federal de Orán, Raúl Reynoso, está a cargo de la causa penal. Mientras que el Ministerio de Seguridad expulsó de la Policía al cabo oranense y abrió un sumario interno en el 911 de Orán.

¿Por qué el cabo viajó solo desde Orán a Salta? ¿Quién autorizó el viaje? ¿Realizó paradas intermedias entre ambas ciudades? ¿La droga incautada es toda la carga que subió a la camioneta en Orán? 

Para responder a los interrogantes, el Ministerio de Seguridad puso a disposición del juez Reynoso el seguimiento por GPS a la camioneta. También se prevé que el magistrado indagará a autoridades del Servicio 911 de Orán.

Ayer, el ministro de Seguridad, Alejandro Cornejo D''Andrea, y el jefe de la Policía, Marcelo Lami, dejaron entrever que el arresto fue el resultado de una investigación que hizo Gendarmería durante cierto tiempo, y no una casualidad.

El operativo

El cabo había partido a la madrugada de la ciudad de Orán, conduciendo una VW Amarok oficial para un supuesto service. En el interior del vehículo, que fue detenido frente a la iglesia Espíritu Santo de barrio Autódromo, se hallaron 74 ladrillos de cocaína, acondicionados detrás del asiento trasero.

La detención del policía se llevó a cabo sobre calle Antonio Alice, casi esquina avenida Asunción y se hizo -según testigos circunstanciales- de manera subrepticia, sin que en el lugar del hecho se constituyeran testigos hábiles para la verificación de los ilícitos que perpetró tanto el agente detenido como un civil que fue arrestado en el lugar. Allí también se habría secuestrado un auto Volkswagen Bora. El decomiso del móvil número 1290, una VW Amarok, de la Policía, afectada al servicio de emergencia 911, se produjo a las 8.15.

Tanto el móvil policial como los detenidos fueron trasladados a la sede de Gendarmería en avenida Asunción y Delgadillo, a solo metros del lugar donde se realizó la detención del efectivo. 

La carga de cocaína estaba acondicionada en el asiento trasero de la camioneta, que fue desguazada en los garajes de Gendarmería Nacional.

A pesar de las telas mediasombra del alambrado perimetral, el móvil policial lució para las fotografías y las imágenes de los medios de prensa de la capital, que llegaron al lugar cerca del mediodía.

Las casi cuatro horas entre la detención del vehículo y la revelación de la noticia se debieron -en parte- a que los medios de prensa fueron desinformados oficialmente a través de una cadena de datos ambiguos y de secretos oficiales acerca del lugar del procedimiento, sus características y el resultado de la requisa al móvil.

El escándalo que comenzó a develarse a través de las redes sociales fue confirmado a media mañana por el ministro Cornejo D''Andrea.

El Tribuno llegó hasta la sede de Inteligencia de Gendarmería, donde uno de los jefes de la división confirmó la noticia acerca de la caída de un uniformado de la Policía provincial, el secuestro de la cocaína y del móvil del 911.No debe ser un secretoDurante más de dos horas, diversos medios de prensa de la capital deambularon por las calles y avenidas del barrio Autódromo sin conseguir ni siquiera una pista del lugar del impactante procedimiento de Gendarmería Nacional.En la subcomisaría de barrio Autódromo, ubicada a 200 metros de la calle donde fue interceptado el móvil del 911, se hallaban ayer no solo el jefe de la subcomisaría sino también el supervisor zonal de la fuerza, Gabriel Ferrufino."No sabemos nada, nos pasaron por encima. En ningún momento nos pidieron colaboración para realizar el procedimiento", dijo uno de los jefes policiales, quien ante los medios se excusó de brindar detalles del suceso. Sin embargo, vecinos señalaron que los movimientos de Gendarmería comenzaron alrededor de un terreno baldío de calle Antonio Alice y que desde allí se llevaron el móvil hacia la sede federal, donde finalmente los medios pudieron dar fe del caso de narcotráfico.

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