¿Azar o sospecha? Alguna vez, Cristiano o Bale o Benzema estarán en la misma situación de Messi. ¿Sí?... ¿No?... Las cuentas de Messi con el fisco estaban flojas de papeles, haya manejado él los números o los haya delegado en su padre. Evadió. Y pagó. Cualquier agencia de impuestos, sobre todo de países desarrollados, sabe quién cumple y quién se distrae y es decisión política cuándo reclama o durante cuánto tiempo mira al costado. En una hora no muy feliz de Messi aparecieron los inspectores en la casa del rosarino. ¿Casualidad? Qué buenos contadores deben tener los jugadores del Real Madrid, tan millonarios como Messi, tan fuertes contribuyentes como él. Tan grande y autodestructivo, el Barcelona en guerra interna permanente, completa el escenario. Messi hizo saber que no se sintió defendido por el club en el affaire de los impuestos ni en las críticas de la prensa madrileña. Y cada día parece menos seguro que Messi cierre su carrera en Barcelona.