Por Elisabetta Piqué

ROMA.- Los números son escalofriantes. Unos 700 migrantes murieron en el Mediterráneo en varios naufragios en los últimos días, en una de las semanas más trágicas que se recuerden, según indicó un informe publicado ayer por la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (Acnur), basado en testimonios de sobrevivientes. Dentro de esta verdadera hecatombe, murieron al menos 40 chicos, algo que Unicef definió como "un genocidio".

En el mismo período, 13.000 desesperados llegaron a las costas del sur de Italia, lo que confirma que la denominada ruta balcánica ya no es una opción y que la península ha vuelto a ser el destino elegido por cientos de miles de migrantes que huyen de los conflictos y la miseria en África y Medio Oriente.

El rumbo es otra vez Italia, un país que, como ya le pasó anteriormente, se encuentra desbordado y solo frente a una oleada de refugiados superior a la que provocó la Segunda Guerra Mundial. En comparación con las 13.000 personas que llegaron a Italia en los últimos siete días, sólo unas 180 llegaron a Grecia.

"El frente griego de 2015 este año se convirtió en el frente italiano", explican fuentes de la Acnur. La diferencia es que los vecinos griegos "gozan" del acuerdo que la Unión Europea (UE) selló con Turquía en marzo pasado, que implica la repatriación de aquellos que no tienen derecho a asilo.

"Nunca sabremos el número exacto, nunca conoceremos su identidad, pero los supervivientes cuentan que murieron unas 500 personas", publicó en Twitter Carlotta Sami, vocera de la Acnur.

El organismo de la ONU dijo que hasta 700 personas podrían haber muerto durante esta semana en el Mediterráneo, tras la desaparición de 100 personas después del hundimiento de un barco el miércoles y los 45 cuerpos recuperados de un naufragio que tuvo lugar el viernes.

Giovanna Di Benedetto, vocera de Save the Children en Sicilia, contó a la agencia AFP que era imposible verificar las cifras, pero los supervivientes del hundimiento del jueves contaron que unas 1100 personas salieron de Libia el miércoles en dos barcos de pesca y en un bote.

"El primer barco, con unas 500 personas a bordo, supuestamente remolcaba al segundo, que llevaba otras 500 personas. Pero el segundo barco comenzó a hundirse. Algunos migrantes intentaron nadar hasta el primero, otras se aferraban a la cuerda que unía ambas embarcaciones", dijo. Según los sobrevivientes, el capitán sudanés del primer barco cortó la cuerda, que se rompió y decapitó a una mujer. El segundo bote se hundió rápidamente, llevándose consigo a quienes iban hacinados en la bodega.

Entre los más de 600 inmigrantes que llegaron ayer a Palermo, en tanto, hay 15 embarazadas, una de las cuales es una menor que fue víctima de una violación.

"La menor embarazada fue violada y está aterrorizada. La hemos encomendado a nuestro equipo de psicólogos", dijo a ANSA Giuseppe Termini, director de la clínica que atendió a los migrantes. El médico agregó que dos de las 15 embarazadas sufrieron abortos involuntarios.

El Ministerio del Interior italiano informó que desde el 1° de enero llegaron al país 40.660 migrantes. Y todo el mundo sabe que el éxodo no ha terminado. Los servicios de inteligencia, que conocen la anarquía que reina en Libia, estiman que a fines de año habrán llegado a Italia un total de 200.000 personas.

La llegada de la primavera y el buen tiempo provocaron el aumento de salidas de embarcaciones que intentan cruzar desde Libia hacia la península. La agencia ANSA informó que unos 70 botes y 10 barcos zarparon durante toda la semana pasada. Un promedio de unos 15 por día.

El ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, dijo que Europa necesita "un acuerdo urgente con Libia y los países africanos "para detener la crisis".

El presidente italiano, Sergio Mattarella, en tanto, en declaraciones desde Sarajevo, donde asistió a una cumbre de países balcánicos, dijo que hacen falta "políticas unitarias y coherentes, y acciones coordinadas a nivel planetario en el campo de la solidaridad y de la acogida".

"El de la inmigración es un fenómeno epocal y destinado a durar en el tiempo", sentenció.

En sintonía, la presidenta de la Cámara de Diputados italiana, Laura Boldrini, que durante años trabajó como vocera de la Acnur, consideró que llegó la hora de que Europa entienda que es necesario un plan estratégico para hacer frente a la emergencia. "Llegó la hora de un Plan Marshall para el área euromediterránea y para África. Y no lo digo por generosidad o porque estoy persiguiendo una utopía, sino porque es un interés común", afirmó.

El drama de los migrantes provocó ayer tensión en la ciudad de Ventimiglia, en la región de Liguria, fronteriza con Francia. Allí fue desalojado un campamento informal de refugiados que, como quieren cruzar a Francia, se niegan a ser identificados. Para evitar incidentes y enfrentar la emergencia, el obispo de Ventimiglia, Antonio Suetta, siguió el ejemplo del papa Francisco y anunció su disponibilidad a levantar otro campamento en un terreno del seminario.

Vuelve el drama al Mediterráneo

El clima propicia la travesía de miles de migrantes

700

Muertos

Es la cifra de migrantes que se habrían ahogado en el Mediterráneo desde el miércoles pasado

1093

Muertos

Son los que tiene registrados la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) desde el 1° de enero hasta ayer; en el mismo período del año pasado se habían ahogado 1782 personas

80

Embarcaciones

Son las que las autoridades italianas calculan que han partido de las costas de Libia en los últimos siete días

200.000

Personas

Las autoridades europeas esperan que sólo esa cantidad de gente cruce al continente desde Libia

400

Euros

Es lo que cobran los traficantes de seres humanos a cada persona que desea cruzar el Mediterráneo para ingresar en Europa de manera ilegal

Del editor: cómo sigue. La muerte de Aylan Kurdi había sido señalada como un punto de inflexión para que el mundo tome conciencia, pero no mucho ha cambiado aún.