Oportunidad perdida

La Secretaría de Energía difundió el miércoles en su portal un comunicado titulado “Energía eólica: una oportunidad para la industria nacional” donde asegura que el artículo publicado el martes en Página/12 sobre la baja integración nacional de los proyectos eólicos del Renovar “arroja aseveraciones desacertadas, lejanas de la realidad y de las proyecciones de la industria nacional en relación a su participación en la cadena de valor eólica”.

 

El comunicado dice: “En cuanto a la participación de la industria nacional en el proceso vale decir que los resultados distan de lo expresado por el autor de la nota. La integración de componente nacional, considerando todas las tecnologías, pasó del 14 por ciento en la Ronda 1 al 30 por ciento en la Ronda 2, lo que implica que en tan sólo un año se logró más que duplicar la participación de la industria local. En el caso de la tecnología eólica, los datos son aún más reveladores: se pasó de un 11 por ciento en Ronda 1 a un 37 por ciento en Ronda 2, con proyectos provistos casi en su totalidad con equipos de origen nacional”. Página/12 había informado que, en el caso de los proyectos eólicos adjudicados, “el componente de integración nacional ponderado fue de 10,7 por ciento en la ronda 1, de 9,5 por ciento en la ronda 1,5 y de 37,2 por ciento en la ronda 2”. Por lo tanto, la secretaría de Energía no hace más que confirmar las cifras.

Página/12 advirtió además que en la ronda 2 el porcentaje de integración nacional ponderada se elevó al 37,2 por ciento porque la resolución 1 del 29 de septiembre de 2017 permite considerar un aerogenerador como cien por ciento nacional solo con alcanzar un 35 por ciento de integración nacional efectiva. Para lograr ese mínimo se fijó una ponderación de piezas y procesos. Por ejemplo, la torre del aerogenerador computa como 23 por ciento de integración nacional, el ensamblaje de la góndola como 10 por ciento y el ensamblaje del buje como 3 por ciento. Por lo tanto, si la torre se fabrica en el país y se realizan algunas tareas básicas de ensamblado se llega al 36 por ciento y se puede computar todo el aerogenerador como nacional. De este modo, algunos proyectos treparon al 90 por ciento de integración local porque solo el aerogenerador representa cerca del 70 por ciento del componente electromecánico de los parques. Ese artilugio legal descripto en la nota no mereció ningún tipo de comentario por parte de las autoridades.

PáginaI12 señaló también que el Renovar no exigió un porcentaje mínimo de integración nacional. La secretaría de Energía responde que “la decisión política fue convertirla (a la integración nacional) en una opción conveniente de cara a los proyectos, y no en un mandato que pudiera afectar el objetivo de lograr menores precios de generación de energía”. Es decir, confirma lo publicado e intenta justificar la decisión. También ratifica, como informó Página/12, que hubo una serie de proyectos calificados como “críticos” por la resolución 4/2017 a los que se habilitó a importar con arancel cero los aerogeneradores.

En el comunicado se subraya además que el programa Genren lanzado en 2011 tuvo “magros resultados”, calificación que no desmiente lo detallado por PáginaI12 que se había limitado a recordar que “durante el kirchnerismo había habido una serie de iniciativas destinadas a ampliar la oferta y, si bien se concretaron varios emprendimientos, las dificultades para acceder al financiamiento impidieron el despegue de la actividad”. La secretaría de Energía afirma que “el verdadero desarrollo de las fuentes renovables de energía en Argentina no sucedió sino hasta el arribo del presidente Mauricio Macri en diciembre de 2015”. Sin embargo, el objetivo, fijado por la ley 27.191, de cubrir con fuentes renovables un 8 por ciento del consumo de la energía eléctrica nacional al 31 de diciembre de 2017 estuvo lejos de ser alcanzado y casi un año después de esa fecha ni siquiera se llega al 4 por ciento. 

Lo expuesto deja en evidencia que el artículo de Página/12 no arroja “aseveraciones desacertadas” y “lejanas a la realidad”, pues, en su esforzado intento por justificar lo injustificable, lo único que hizo la secretaría de Energía es confirmar la información publicada. Lejos de ser una oportunidad para la industria nacional, el programa Renovar se convirtió en un negocio a medida de los importadores.

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