Once años después de la tragedia, condenaron al inspector que habilitó Cromañón

Once años después de la tragedia, condenaron al inspector que habilitó Cromañón

Roberto Calderini fue sentenciado a cuatro años de cárcel. A su vez, fue inhabilitado por 10 años para desempeñar cargos públicos.

Calderini, de 57 años, fue hallado autor de los delitos de "falsedad ideológica de instrumento público" en concurso con "cohecho" y fue inhabilitado por el término de 10 años para desempeñar cargos públicos, según resolvió el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 porteño.

El 12 de abril, el fiscal Fabián Céliz solicitó que se condenará a Calderini a seis años de prisión y que quedara "inhabilitado de forma absoluta y perpetua para ejercer cargos públicos", ya que actualmente sigue trabajando en el área de Policía del Trabajo del Gobierno porteño.

Céliz explicó que en abril de 1997, el inspector denegó la habilitación del local y cuatro meses después, en junio, en idénticas circunstancias, la aprobó pese a que no se había realizado ninguna reforma.

Por eso, el fiscal concluyó que Calderini recibió dinero para la habilitación, ya que no era amigo ni conocía a nadie de la sociedad Lagartos -que explotaba Cromañón en esa época- y tampoco había otro motivo para hacerlo.

Por su parte, el abogado José Iglesias, único querellante por las ví­ctimas en este juicio, pidió para el imputado una pena de 9 años de prisión y el doble de ese tiempo de inhabilitación para ejercer cargos públicos.

Iglesias hizo un repaso de cómo funcionaba el área de habilitaciones en 1997 y recordó que debido a que tres años antes se había incendiado el boliche Kheyvis de la localidad bonaerense de Olivos -en el que murieron 17 jóvenes-, era necesario tener un certificado de Bomberos para funcionar.

El abogado dijo que era "falso" el informe de habilitación elaborado por Calderini y que si bien en la primera ocasión había concurrido al lugar, en la segunda ni siquiera lo había hecho.

Como ejemplo, citó que el boliche situado en Mitre al 3000, de la zona porteña de Once, medía 1.800 metros y que él lo habilitó por 1.470.

También dio por acreditado que el cohecho existió en base a la existencia de tres expedientes iniciados en el Gobierno porteño referidos a la habilitación, ya que en el primero se negó, luego se clausuró el local y luego se permitió su funcionamiento.

El incendio ocurrió la noche del 30 de diciembre de 2004, cuando comenzaba el recital del grupo de rock Callejeros en el boliche, habilitado para un millar de personas pero donde habí­a alrededor de 5.000.

Mientras se entonaban los acordes del primer tema, decenas de jóvenes encendieron bengalas y pirotecnia denominada "tres tiros" que provocaron un incendio en la media sombra que recubrí­­a el techo del local, lo que generó un humo tóxico que terminó con la vida de 194 personas.

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