Asimismo el principal de Petrobras anunció que venderá 4 de las 38 propiedades que posee en Brasil antes de fin de año, al igual que oficinas en varios países –entre las que se encuentra la uruguaya.

SOLO CINCO REPRESENTACIONES

Según dijo Castello Branco, presidente de la estatal del petróleo en Brasil, la compañía, (como lo consigna Globo)  “llegará a final de año solamente con cinco representaciones fuera de Brasil”, al tiempo que destacó que “actualmente están en proceso de cierre las distribuciones en Argentina, Colombia, Uruguay, Nigeria e Irán”.

El mismo directivo aseguró que ya se han desactivado “las operaciones en Nueva York, Tanzania, Libia, Turquía, entre otras oficinas”.

Este nuevo anuncio hecho público por el CEO de Petrobras en Río de Janeiro, confirma lo adelantado por Surtidores el pasado 11 de octubre, cuando se destacó que la petrolera solamente permanecerá en Bolivia, Houston, Singapur, Holanda e Inglaterra.

CURIOSO CIERRE DE OFICINAS EN SAN PABLO

Llamó la atención la eliminación de las oficinas en San Pablo que serán desactivadas  con la promesa de que los funcionarios trabajarán en escritorios de “co-working”.

Se informó en Río de Janeiro que en 2015, Petrobras contaba con 72 predios (oficinas) en Brasil, de los que hoy quedan solamente 38, al tiempo que el propio Castello Branco anunció “queremos terminar el 2019 con solo 34 oficinas en todo el país”.

El ejecutivo reveló que el costo operacional de Petrobras cayó en 700 billones de reales en 2019 fruto del ahorro en este sentido. “Hemos logrado abatir de 2 billones de reales para 1.3 billones en 2019” dijo Castello.

TEMPLO DE CORRUPCIÓN

En otra parte de su alocución, arremetió contra las oficinas de Petrobras en Salvador, que catalogó de “verdadero tempo de la corrupción”.

“Se construyó un predio con 22 ascensores, con el estacionamiento con mayor cantidad de espacios en todo Salvador (2.634) y un contrato de arrendamiento millonario hasta 2046” aseguró.

Precisó que está dispuesto a pagar la multa de más de dos millones de reales, para entregar un predio que por más que la gente guste de Salvador, no se justifica. “Eso se llama desperdicio de recursos” sentenció.