La nueva torta agrícola tendrá menos porciones de soja; más maíz y girasol

La nueva torta agrícola tendrá menos porciones de soja; más maíz y girasol

El poroto resignaría dos millones de hectáreas. Sin retenciones, el resto de los granos vuelve a ser negocio.

Mientras las cosechadoras se encargan de recolectar por estos días los lotes de maíz y soja temprana, con muy buenos resultados parciales en algunas zonas de la provincia, el productor ya va esbozando sobre el papel los primeros trazos de la futura campaña. 

Más allá de las estrategias individuales que finalmente se definan, hay consenso en que el ciclo 2016/17 tendrá una torta agrícola con porciones más repartidas. Si bien la mayor seguirá siendo de soja, su tamaño será menor al de otras campañas. Por su parte, las del maíz, girasol y sorgo serán más abundantes.

“Es probable que la soja pierda en la futura campaña entre dos millones y hasta 2,5 millones de hectáreas”, pronosticó el analista Enrique Erize, al referirse a la posible composición que tendrá la próxima canasta agrícola. 

El director de la consultora Nóvitas fue el encargado de cerrar el miércoles la primera de las Jornadas 2016, organizada por el Grupo Agrovoz ( La Voz del Interior y Agroverdad), con el apoyo institucional de la Bolsa de Cereales de Córdoba y el Ministerio de Agricultura de la Provincia.

Nuevos tamaños

Sin las ligaduras que mantenían frenada su expansión (retenciones a las exportaciones y, principalmente, las restricciones comerciales), el maíz será el que ganaría más superficie. Las estimaciones indican un aumento de entre un millón y dos millones de hectáreas. 

“Todo dependerá de la provisión de semillas. Para algunos semilleros se podrá llegar a dos millones de hectáreas, y para otros solo alcanzará para aumentar en alrededor de un millón”, sostuvo Erize.

De cumplirse estas proyecciones, y con la oleaginosa perdiendo dos millones de hectáreas, la soja pasaría a ocupar una superficie de 18 millones, mientras que el maíz podría superar las seis millones de hectáreas. En la presente campaña, el cereal para cosecha ocupa 4,7 millones de hectáreas, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Se trataría de la relación soja/maíz más equilibrada de los últimos años. Por cada hectárea sembrada con maíz habría tres de soja. 

No solo el maíz ganaría en protagonismo en la próxima siembra de granos gruesos. El girasol, que históricamente tuvo presencia en el sur de la provincia, podría sumar hectáreas a nivel nacional. Para Erize, esta oleaginosa pasó de ser una “curiosidad botánica” a un muy buen negocio.

“La mejora obedece al efecto que significa la quita de retenciones. Con los precios que hoy tiene el girasol, a 300 dólares la tonelada, no habría que descartar que pueda subir entre 800 mil y 1,3 millones de hectáreas”, sostuvo el analista.

El sorgo sería otro de los beneficiados con una mayor superficie implantada. Podría aumentar su posición entre 200 mil y 700 mil hectáreas.

La futura composición agrícola también tendrá novedades para los cultivos de invierno. El trigo crecería alrededor de 40 por ciento, con la recomendación de producirlo con calidad.

“Es la única forma que tiene el cereal para expresar un precio mayor al que hoy registra. Los molinos necesitan calidad y la pagan, como ocurrió en esta campaña con el trigo de alta proteína”, destacó el analista.

¿Cuándo vender?

En plena cosecha de soja y de maíz en el país, la comercialización de la producción de la actual campaña exige de una estrategia de corto plazo.

La recomendación de Salvador Di Stéfano es vender ya la cosecha de ambos cultivos. “Con esos pesos comprar dólares y adquirir los insumos de la próxima campaña a pagar”, sostuvo el analista durante su disertación. Según su visión, a fin de año el tipo de cambio rondará los 21 pesos por dólar.

La misma sugerencia para el maíz realizó la analista agrícola Sol Arcidiácono, de la corredora Intagro. “Hay que aprovechar el mercado antes de que ingrese en agosto el maíz de segunda en Brasil ( safrinha ). A eso hay que sumarle el maíz de segunda que se va a cosechar en el país”, sostuvo la especialista durante su participación en la jornada realizada en Córdoba. 

Factor climático

Salvo que una sequía en Estados Unidos pueda influir en el mercado, el rango de precios del maíz oscilará entre 120 y 160 dólares. 

Con un saldo para esta campaña estimado en 18 millones de toneladas, la exportación ya adquirió 15 millones. “Hoy es la ventana de venta para el maíz argentino y hay que aprovecharla”, sostuvo la analista.

Como complemento a esa decisión de vender el maíz y la soja en los precios actuales, la compra de un call en Chicago (opción en el mercado de futuros) puede ser parte de esa ingeniería financiera.

“Con esa posición abierta en el mercado de Chicago, si los precios suben, se obtiene una diferencia. Ahora que se puede hay que volver a las herramientas que ofrecen los mercados de futuros”, recomendó Erize.

Con una demanda que crece a menor ritmo que la oferta, la soja tiene en el corto plazo un mercado de precios planchado.

Por primera vez en siete años, Estados Unidos llegó al 1º de marzo con existencias de soja para exportar. “Está llegando a mitad de su ciclo comercial con stocks para vender, lo que representa un dato bajista adicional”, sostuvo Arcidiácono.

Para la campaña 2016/2017 en Estados Unidos, los farmers le van a quitar área a la soja para destinarla al maíz. Algo que no ocurría desde hace siete años. Con estas cartas sobe la mesa, el clima resultaría una de las claves para configurar el mercado de precios de mediano plazo.

Rotación saludable

Más allá de la oportunidad económica que representan la inclusión de una área mayor con maíz y girasol en la próxima campaña, la pérdida de protagonismo de la soja también será bien recibida por la sustentabilidad del sistema agrícola. Más gramíneas representan un mayor volumen de materia orgánica. Además, una menor cosecha de soja 2016/17, en vísperas de una otra baja de retenciones a partir de diciembre, podría generar una tracción adicional sobre los precios.

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