Nueva mirada sobre el corazón: del miedo a la enfermedad a enfocarse más en la “salud crónica”

Nueva mirada sobre el corazón: del miedo a la enfermedad a enfocarse más en la “salud crónica”

Investigadores de Australia e Italia proponen usar app en celulares y otras tecnologías vestibles para que se puedan sostener los cambios de hábitos. Expertos de América Latina señalaron beneficios y reparos al ser consultados por Infobae

A los 50 años, el riesgo de desarrollar un primer episodio de enfermedad cardiovascular es del 65% en los hombres, y cada vez afecta más a mujeres y hombres jóvenes. Hay pruebas que demuestran que la vida más sedentaria, la reducción de las horas de sueño, el estrés, el consumo de comidas ultraprocesadas y el tabaco, y la contaminación del aire son factores que se han desarrollado durante las últimas décadas para poner a los seres humanos en más riesgo de daño para el corazón. El gran desafío hoy es hacer que las personas adopten realmente hábitos saludables y los sostengan permanentemente. ¿Cómo lograrlo?

Investigadores de la Universidad de Sydney en Australia, y de la Universidad de Brescia, Italia, han propuesto un cambio de mirada: dejar de poner miedo en la enfermedad y pasar a conversar sobre “salud crónica”, con más énfasis en todo lo que las personas pueden hacer para cuidar su corazón y sus salud en general, con la ayuda de aplicaciones en los teléfonos celulares, la telemedicina, y la tecnologías vestibles.

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Hoy es el Día Mundial del Corazón. En el artículo publicado por la revista European Heart Journal, de la Sociedad Europea de Cardiología, los investigadores Sophie Cassidy, Imre Hunyor, Ian Wilcox, y Luigi Fontana, advierten que si bien se saben cuáles son los factores que favorecen el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares y qué hay que hacer para controlarlos a través de estudios científicos, hay limitaciones en el “mundo real”.

“Es necesario un cambio fundamental en nuestro propio enfoque para cambiar nuestra conversación del miedo y el pesimismo de la “enfermedad” a una del optimismo sobre la salud. El poder de los datos personalizados y de las herramientas digitales de salud y educación puede capacitar a las personas para comprometerse con los cambios de estilo de vida que necesitan y conseguir un seguimiento”, consideraron.

(Getty Images)

Los investigadores comentaron que los médicos de atención primaria tienen una enorme influencia en el estilo de vida de sus pacientes. Pero “carecen de tiempo y de los últimos conocimientos basados en la evidencia y de herramientas eficaces para ofrecer a los pacientes intervenciones conductuales y educativas sostenibles y eficaces a escala”. Entonces, sostuvieron que los teléfonos inteligentes pueden resolver algunos de esos problemas y representar un avance clave respecto a las anteriores tecnologías basadas en los mensajes de texto y la telesalud.

Para evaluar con más precisión, los investigadores están llevando a cabo un ensayo, que se llama LIVEPLUS, por el cual medirán a los participantes durante un año con una propuesta que incluye alimentación con vegetales, frutas y pescado, actividad física, y reducción del estrés. Los participantes tienen que utilizar una aplicación en el teléfono celular. Mientras tanto, proponen combinar el uso de datos basados en las tecnologías sobre la salud de las personas.

“Los enfoques de la salud de la población han hecho hincapié en un enfoque “descendente”, pero esperamos que un enfoque “ascendente” o de atención individual y personalizada se funda con la atención sanitaria que buscamos para los individuos, que la población y los sistemas sanitarios del futuro puedan permitirse y, por tanto, sostener”, escribieron en el artículo.

Es decir, la propuesta de los investigadores de Australia e Italia es que la prevención no solo quede en el consejo del personal médico en el consultorio o en el hospital sino que las personas participen más activamente en las actividades de promoción de la salud y con apoyo tecnológico. ¿Podría ser realizable?

Proponen que las diferentes tecnologías, como las aplicaciones que llevan registros de la salud humana, sean más alentadas para favorecer el cuidado del corazón (Getty)

“Desde hace muchos años, observamos que no alcanza con dar la indicación de hacer cambios en la alimentación y más actividad física a las personas. La propuesta de los investigadores de Italia y Australia me parece que es una opción interesante: con diferentes herramientas tecnológicas y el acompañamiento del personal de la salud, tanto presencial como virtual, quizá pueda ayudar a aumentar el nivel de adherencia de las personas para controlar mejor los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares”, dijo a Infobae Judith Zilberman, a cargo de la sección Hipertensión Arterial del Hospital Argerich de la Ciudad de Buenos Aires y ex presidenta de la Sociedad Argentina de Hipertensión.

Pacientes con hipertensión de la Argentina y China están participando en un estudio que evalúa cuáles son los beneficios del uso combinado de una app en teléfonos celulares asociada a tensiómetros, con monitoreo del personal médico. El estudio es coordinado por el doctor Gianfranco Parati, de la Sociedad Italiana de Hipertensión. “Se está estudiando cuál es la adherencia de las personas con hipertensión cuando cuentan con estas nuevas tecnologías”, detalló la doctora Zilberman. La hipertensión es también un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular,

Desde México, la doctora Adriana Puente Barragán, que es Secretaria del Consejo de Prevención Cardiovascular de la Sociedad Interamericana de Cardiología, comentó en diálogo con Infobae: “Las aplicaciones móviles son de gran utilidad para difundir conocimientos básicos a la población. Permiten acercar la importancia de preservar la salud cardiovascular y cómo se puede adoptar una alimentación saludable, mantener el peso ideal, evitar sedentarismo y el tabaco, y reducir el consumo de alcohol”.

Desde México, la doctora Adriana Puente Barragán consideró que hay que incluir las nuevas tecnologías tanto como las campañas públicas de comunicación para la salud cardiovascular (Gettyimages)

La especialista mexicana señaló que igualmente las campañas públicas de prevención también pueden ayudar. “Pueden ser meramente informativas o pueden contribuir con la detección de los factores de riesgo”, afirmó la médica cardióloga.

Otros expertos consultados por Infobae pusieron más el énfasis en que la adopción de los hábitos saludables debería ser una estrategia más colectiva que individual para que se consiga un cambio más duradero. Para Laura Antonietti, médica especialista en cardiología del Hospital El Cruce y coordinadora del comité académico de la Maestría en Investigación Traslacional en la Salud de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, “lo más relevante es promover la concientización en la población general y en algunos grupos en particular, como las mujeres, en quienes la enfermedad cardiovascular es la primera causa de mortalidad. Probablemente el mensaje a transmitir debería ser que el cuidado de la salud cardiovascular comienza a edad temprana y que debe mantenerse a lo largo de toda la vida”.

De acuerdo con la doctora Antonietti, en diálogo con Infobae, “los principales obstáculos para el cuidado de la salud cardiovascular están relacionados con la elevada prevalencia de algunas condiciones que incrementan el riesgo cardiovascular, pero que no se jerarquizan como el sobrepeso y la obesidad. En Argentina, afectan a más de la mitad de la población adulta”. Otros obstáculos -añadió- “son las brechas de acceso a los servicios de salud, en particular en poblaciones más vulnerables, que contribuyen a las brechas existentes en relación al diagnóstico y el tratamiento adecuados y oportunos. Por ejemplo, estudios realizados en Argentina mostraron que solo 1 de cada 4 personas con hipertensión estaban adecuadamente controladas”.

La educación sobre el cuidado del corazón debe empezar desde la infancia, según la investigadora Laura Antonietti (Getty)

En tanto, Daniel Piskorz, del Sanatorio Británico de Rosario y miembro del Consejo Asesor de la Federación Argentina de Cardiología, opinó ante la consulta de Infobae: “Desde hace bastante tiempo se discute la necesidad de un sistema de salud enfocado en la salud y la generación de comunidades “sanas” en lugar de estar solo dirigido a la detección de enfermedad y a la curación. Pero el cambio de modelo requiere un profundo cambio cultural y político. Debería garantizar acceso y disponibilidad universal, pero implicaría fundamentalmente un modelo social y económico muy diferente al actual”.

“Si bien el autocuidado es una actitud individual, las políticas sanitarias deberían estar dirigidas a facilitarlo. Por tanto, el rol del Estado fomentando el autocuidado es central. Debe intervenir en la manufactura de alimentos y en la educación nutricional y generar espacios al aire libre para el desarrollo de actividades físicas. Por supuesto, el involucramiento de la sociedad civil es imprescindible. En definitiva, hay que avanzar en la generación de “comunidades sanas”, expresó Piskorz.

La ley de etiquetado de alimentos, que ayudará a la prevención cardiovascular, ya tiene la media sanción del Senado en Argentina(Foto: Sofía Areco/Comunicación Senado)

El especialista Piskorz recordó que la comunidad médica ha participado al promover que haya normas nacionales sobre espacios libres de humo del tabaco o la reducción de la sal en los alimentos. En la actualidad, organizaciones médicas, la Fundación Interamericana del Corazón en Argentina (FIC) y la Federación Argentina de Graduados en Nutrición (FAGRAN), entre otras, reclaman a la Cámara de Diputados de la Nación la sanción de la ley de Promoción de la Alimentación Saludable. En menos de dos meses, el proyecto de ley puede perder estado parlamentario si los legisladores no lo tratan.

Carlos Tajer, ex presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología y un referente en la formación de los cardiólogos, consideró que el mayor uso de la tecnología podría contribuir a una mayor medicalización de la vida humana. “Los médicos decimos saber qué es lo que el paciente tiene que comer, qué actividad física debe hacer, cuáles son las redes sociales que debe mantener, y ahora estaríamos sumando una serie de dispositivos vestibles para controlarlos”, sostuvo.

Algunos especialistas consultados por Infobae sostienen que la prevención cardiovascular también requiere de políticas públicas que promuevan un cambio en la sociedad (Gettyimages)

“Si el rol de la medicina en la historia fue asistir a los enfermos, en el siglo XX amplió su horizonte a la población sana. No solo pasó a la prevención sino a la detección precoz de factores a corregir o enfermedades incipientes. Esta nueva etapa, que podríamos llamar humanidad con sensores, nos lleva a portar esos dispositivos vestibles a su vez monitorizados por inteligencia artificial, que generan mediciones instantáneas y la posibilidad de hacer intervenciones. Como diría el historiador israelí Yuval Noah Harari, la ilusión de la salud eterna manejada por algoritmos impersonales. Es una línea de interés dentro del culto a la salud, de pronóstico inimaginable”.

El doctor Tajer reconoció: “Los médicos no sabemos cómo hacer para que la gente baje el sobrepeso y lo mantenga. Las dietas muy hipocalóricas engordan. La dimensión del problema del sobrepeso y la obesidad requiere políticas públicas y dudo que enfoques individuales puedan ayudar, o por lo menos no lo han hecho hasta ahora”.

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