“La noche anterior lo había soñado”

“La noche anterior lo había soñado”
Kardasinski, autor del gol agónico ante Atlético, narra sus sensaciones luego de su excelente debut en primera. “En el festejo me largué a llorar de la emoción”, confiesa. Enterate la historia del héroe de Tucumán.
Mate de por medio, amigos y familiares lo rodean a metros de su humilde casa ubicada en barrio El Carmen. No quedan dudas de que es el centro de la escena. Hasta los primos de Los Hornos se acercaron hasta Berisso para saludarlo. Para felicitarlo, en realidad.

Alan Kardasinski recibe a Diagonales con la ropa con la que viajó desde Tucumán: pantalón y chomba de Villa San Carlos. Ni tiempo de cambiarse tuvo, entre los llamados y las visitas. “Nunca me sonó tanto el teléfono como en estas últimas horas”, confiesa el delantero de 18 años, quien marcó un gol que se filtrará en las páginas doradas del Celeste de Berisso.

“La noche anterior lo había soñado y se me cumplió tal cual”, cuenta mientras su mamá ofrece mate y aprovecha para contar cómo vivió el tanto de su hijo. “Fue increíble. Internet me andaba a medias, en la radio decían que había sido Fernandes Silva y la gente que me llamaba”, relata Sandra, con una sonrisa que desborda orgullo.

La casa de Alan tiene dos pequeños museos. El primero se observa al entrar y es un paredón repleto de fotos, desde cuando era un nene con pelo largo y salía en El Clasiquito hasta su presente con los colores de la Villa. Ese rincón pronto tendrá una nueva imagen, con paisaje tucumano. El otro está en su pieza, de donde cuelgan camisetas y banderas.

“Sólo había tocado un par de pelotas y de golpe callé a 25 mil hinchas locales. Fue una emoción muy grande”, trata de explicar el atacante que llegó al Cele en 2011 y se pasó gran parte del año inactivo por una grave lesión en el tobillo. “Cuando hice el gol me largué a llorar porque lo había soñado” dice, y promete que pronto terminará la secundaria.

Cuando todavía no se cumplió un mes y medio del día en el que subió a primera, Kardasinski comparte la anécdota de su primer entrenamiento junto al plantel superior: “Lo primero que me encontré fue al Gato Sessa y no lo podía creer. Tiene mucha presencia y al lado de él me sentí diminuto”.

El delantero, que no imagina un futuro sin jugar al fútbol, hace una pronunciada pausa y agrega: “Fue increíble pasar de ver al equipo desde la tribuna, como lo hice hace un par de semanas contra Independiente, a jugar con ellos. Ni hablar de haber metido un gol. Cuando ascendió la Villa estaba haciendo reposo en la cama y ni me imaginaba que a los pocos meses iba a estar viviendo esto”.

Humilde, callado y educado. Así es Alan Kardasinski, un pibe desacostumbrado a las notas pero que ya se metió en el corazón del hincha.

EL APOYO DE SUS COMPAÑEROS

“Antes del partido el Pollo (Raverta) me dijo que si me tocaba entrar que estuviera tranquilo y que no tenía que demostrar nada, que jugara como lo hago siempre. Después, cuando terminó, vinieron todos a felicitarme y me largué a llorar de nuevo”.

UN EMPATE ESPECIAL

“Sumamos un punto valiosísimo porque estábamos perdiendo 2-0 y teníamos todo en contra. Estoy seguro de que este resultado será un envión anímico grande para encarar lo que viene. Lo que tenemos que mejorar es la confianza porque ningún equipo nos pasó por arriba. Si corregimos eso estoy convencido de que vamos a salir adelante”.

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