Por: Gonzalo Andrés Castillo.

PepsiCo, la famosa compañía estadounidense centrada en la industria alimenticia que compite directamente con Coca-Cola, es una de las opciones de inversión más sólidas de la actualidad. Sin embargo, su potencial de crecimiento teniendo en cuenta la situación financiera actual no es el mejor de la industria, según los especialistas de Wall Street.

"No vemos nada fundamentalmente malo en PepsiCo y seguimos confiando en que la empresa está bien posicionada para cumplir sus perspectivas para 2024. Dicho esto, consideramos que la magnitud de las revisiones al alza de las estimaciones se está reduciendo y vemos mejores oportunidades en el sector de las bebidas", sostuvo Andrea Teixeira, analista en JP Morgan.

De acuerdo a la ejecutiva, la compañía de bebidas fue un "modelo de coherencia" con "muchos cambios positivos" por parte del actual presidente y director ejecutivo, Ramón Laguarta, pero parece haber dejado "espacio limitado para sorpresas positivas" en las ganancias.

En este contexto, el banco de inversión redujo la calificación de las acciones de PepsiCo de "comprar" a "neutral" y estableció un precio objetivo de USD 176, desde los USD 185 anteriores, lo que representaría una suba de apenas el 5% frente a la cotización actual.

Invertir en PepsiCo desde Argentina

Los inversores argentinos pueden aprovechar la tendencia alcista de PepsiCo invirtiendo en sus acciones indirectamente. Para hacerlo, el primer paso es abrir una cuenta comitente en un bróker que esté regulado por la Comisión Nacional de Valores (CNV), como Bull Market Brokers.

Posteriormente, hay que transferir los fondos deseados, en pesos o en dólares, desde una cuenta bancaria del mismo titular y adquirir Certificados de Depósito Argentinos (Cedears).

Estos instrumentos financieros equivalen a comprar la acción subyacente que cotiza en el exterior (NASDAQ: PEP), pero se pueden operar en moneda local (BCBA: PEP) y siguen la evolución del tipo de cambio CCL, por lo que permiten evadir el riesgo argentino y, a la vez, cubrirse de un eventual salto cambiario.