Montaña de plástico en Bogotá reveló la crisis del reciclaje en el país: esta fue la razón de la protesta

Montaña de plástico en Bogotá reveló la crisis del reciclaje en el país: esta fue la razón de la protesta

El 24 de junio, más de 30 asociaciones de recicladores llenaron la plaza de Bolívar con 12 toneladas de botellas PET, en una acción simbólica que simuló una piscina plástica y buscó denunciar las difíciles condiciones del gremio.

Por: Katherine Lancheros.

Una montaña de botellas plásticas cubrió la Plaza de Bolívar en el centro de Bogotá, el 24 de junio de 2024, la escena, que simulaba una piscina de envases, fue organizada por más de 30 asociaciones de recicladores como una acción de protesta y visibilización.

En total, se trató de 12 toneladas de PET —un tipo de plástico ampliamente utilizado en la fabricación de envases—, reunidas durante dos semanas por aproximadamente 2.000 recicladores urbanos. El material, si se vendiera en las condiciones actuales del mercado, alcanzaría apenas un valor cercano a los 13 millones de pesos.

Es decir, para cada reciclador involucrado, la recolección intensiva durante ese tiempo representaría un ingreso de apenas 6.500 pesos. Esa cifra no solo evidenció una desproporción en la remuneración por el trabajo realizado, sino que reabre una discusión sobre las condiciones estructurales del reciclaje en Colombia.

La escena, que simulaba una piscina de envases vacíos, fue organizada por más de 30 asociaciones de recicladores para denunciar la precariedad de su oficio - crédito Cristian Bayona/Colprensa

El problema, señalan los líderes del gremio, no es nuevo, pero sí cada vez más urgente. La protesta no solo visibilizó el bajo valor comercial del PET, sino los costos asociados a su recolección, clasificación, lavado y transporte, que terminan por generar pérdidas.

Según cálculos de la Asociación Nacional de Recicladores a la que tuvo acceso el diario El Tiempo, el costo logístico por cada kilo de PET puede superar los 2.300 pesos. En contraste, el precio de compra actual ronda los 1.200 pesos por kilo, lo que genera una pérdida promedio de 1.150 pesos por unidad para el reciclador.

Hace apenas dos años, ese mismo kilo podía alcanzar entre 2.800 y 3.000 pesos, dependiendo del volumen y la ubicación. La caída del valor de este material ha sido constante y generalizada.

Al menos 2.000 recicladores de diferentes zonas del país llegaron a Bogotá para protestar - crédito Cristian Bayona/Colprensa

“Queremos mostrar que si no fuera por nuestro trabajo, toda esta cantidad de materiales, como las botellas con las que hoy llenamos la plaza, estarían rebosando los rellenos sanitarios y acortando su vida útil”, expresó Martha Elena Iglesias, representante de la Asociación de Recicladores de Antioquia y de la Cooperativa Planeta Verde a la fuente en mención.

Iglesias fue una de las voceras más activas en esta jornada, que reunió a delegaciones de recicladores de múltiples regiones del país, desde los departamentos costeros como La Guajira, Córdoba, Cesar y Magdalena, hasta el suroccidente colombiano, con presencia de representantes de Cali, Popayán y Pasto. También participaron trabajadores del reciclaje de Bogotá, del Eje Cafetero, y de los Santanderes.

La diversidad regional presente en esta jornada no solo respondió a un interés colectivo, sino a una afectación común. Iglesias explicó que en la región antioqueña, por ejemplo, el mercado del PET dejó de ser rentable.

El 24 de junio, la Plaza de Bolívar amaneció cubierta por 12 toneladas de botellas PET - crédito Cristian Bayona/Colprensa

“Durante muchos años hemos rescatado materiales de la basura para ponerlos en la industria, que los utiliza como materia prima para transformarlos y elaborar nuevos productos. Los precios de los materiales siempre han ido cayendo, nunca compensan el trabajo que hacemos al recuperarlos”, aseguró.

El reclamo va más allá del plástico, puesto que la baja rentabilidad también afecta otros materiales aprovechables como el cartón, el vidrio, los metales ferrosos y no ferrosos.

Iglesias expuso que desde hace más de dos décadas el precio del vidrio no supera los 200 pesos por kilo: “Les estamos entregando materiales ferrosos y no ferrosos. Este es un llamado a toda la industria del reciclaje: les estamos haciendo el trabajo y es hora de que lo reconozcan”.

Cada reciclador participante en la protesta recolectó, durante dos semanas, parte del PET que se expuso en Bogotá - crédito Cristian Bayona/Colprensa

Desde la organización nacional, Nora Padilla, presidenta de la Asociación Nacional de Recicladores de Colombia (ANR), explicó que el objetivo principal de la acción fue doble: visibilizar el rol fundamental del reciclador en la gestión ambiental urbana y exigir mecanismos que garanticen una remuneración digna.

“Es una acción demostrativa: una piscina llena de botellas PET. Lo hacemos para que la ciudadanía, el Gobierno nacional y el Gobierno local entiendan cómo sería esta ciudad si el trabajo de los recicladores tuviera que ir todo al relleno sanitario. Es una forma de evidenciar la magnitud de nuestro trabajo y lo que pasaría si no existiéramos”, indicó Padilla al mismo medio señalado.

Entre las propuestas que plantean los recicladores está la creación de un fondo económico derivado del impuesto al plástico de un solo uso. Este fondo, dicen, debería estar dirigido a compensar económicamente la labor de recuperación de materiales, además, solicitan que se regularicen los precios de los materiales reciclables a través de una política pública clara, que incluya un componente de justicia económica.

También reclaman el cumplimiento de las órdenes de amparo que protegen sus derechos como trabajadores informales y demandan acceso a salud, pensión y salarios dignos.

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