Monseñor Radrizzani: “Viene una Iglesia más austera, más humilde, más pobre y más sencilla”

Monseñor Radrizzani: “Viene una Iglesia más austera, más humilde, más pobre y más sencilla”
El titular de la Arquidiócesis Mercedes – Luján resaltó la sencillez, la humildad y la austeridad del Papa argentino. El Arzobispo relató su sorpresa cuando se enteró del nombramiento de Bergoglio y adelantó algunos de los cambios que habría en la Iglesia a partir de Francisco I.
La noticia que emocionó al mundo tuvo la mayor repercusión en nuestro país en general y en la Iglesia Argentina en particular. El por entonces Arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, el Cardenal Jorge Bergoglio, el pasado miércoles 13 de marzo fue elegido entre sus pares para ser el nuevo Papa y tomó el nombre de San Francisco de Asis para ser de aquí en más, el Papa Francisco I, el Papa argentino.

La noticia conocida en la tarde del miércoles repercutió también en nuestra ciudad, cabecera de la Arquidiócesis Mercedes - Luján, y fue el Arzobispo Monseñor Agustín Radrizzani, uno de los sacerdotes más buscado los días subsiguientes, el hablar de quién supo ser también el Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, entidad católica que lo tiene a Radrizzani como responsable del área de Comunicación Social.

En diálogo con distintos medios de comunicación, el Arzobispo de Mercedes-Luján, destacó la sorpresa que le dio que Bergoglio haya sido elegido Papa. “Estoy extrañado y feliz. Estábamos esperando y veíamos la fumata negra, después gris y cambiaba y por ahí nos dimos cuenta que era blanca y nos alegramos de que teníamos Papa. Pero el impacto mayor fue ver quién era”, contó Monseñor Agustín en diálogo con periodistas de este Semanario a través de un medio radial.

“Fue lindísimo porque él se presentó como un obispo de Roma, eso nos da la pauta de que él quiere sentirse como uno más, con un sentido profundo de fraternidad y colegialidad. Me sorprendió por él. Por su edad, porque tiene 76 años, y la fragilidad de su salud. Pero sé que tiene la capacidad y la fuerza necesaria para llevar adelante la misión que Dios, a través de los cardenales, le ha encomendado. De hecho, él no aparecía entre los favoritos”, marcó Radrizzani y resaltó que Bergoglio tiene un prestigio que nace del cónclave anterior y además por haber tenido un papel preponderante en la conferencia de Aparecida, donde estuvo toda América reunida. “Es una persona que, aún con bajo perfil, tiene peso en el Colegio Cardenalicio”, agregó.

Asimismo, Monseñor Agustín en la entrevista radial se manifestó contento por haber visto a quien supo ser par suyo hasta momentos antes presentarse como Obispo de Roma, “eso nos da la pauta de que él quiere sentirse como uno más, con un sentido profundo de fraternidad y colegialidad”.

Austeridad y humildad

Por otra parte, Radrizzani fue consultado por el futuro de la Iglesia a partir de la asunción del nuevo Papa Francisco I. “Creo que viene una Iglesia más austera, más humilde, más pobre y más sencilla. Él va a penetrar con su ejemplo y con su testimonio todo ese ritmo de vida nuevo del que nosotros nos auguramos. La elección del nombre Francisco I es determinante. Lo sacó de la galera. Nadie se lo esperaba ni lo imaginaba. Creo que él renovará el mundo que está en ruinas. El mundo sigue insistiendo en que lo importante es lo económico y la ganancia. Estoy seguro de que Bergoglio machacará en mirar el bien común, en la comunidad humana y a la persona humana”, destacó Monseñor Agustín en una de las entrevistas realizadas el día jueves.

Monseñor Agustín también fue consultado sobre el futuro de la Iglesia Argentina y su propio futuro al encontrarse entre los nombres que suplantarían a Francisco I en el Arzobispado de Buenos Aires. “En cuanto a la Iglesia Argentina, uno antes intentó espejarse en Juan Pablo II, luego en Benedicto XVI y ahora en Bergoglio. Juntos vamos amasando la realidad de la nueva Evangelización, tratando de ser misionero sobre todo con el testimonio de vida, amando a todos, siendo servidor de lo demás” expresó Radrizzani y no supo anticipar qué sucederá en el Arzobispado de Buenos Aires, “si me lo preguntan en dos años, podría decir los pasos que hicimos, pero ahora no lo puedo anticipar”, pero sí resaltó que la Iglesia que se viene es de “pobreza, fe y austeridad”, hitos de la renovación en la que cree Bergoglio.

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