Miles de marplatenses y turistas en la Procesión de San Salvador

Miles de marplatenses y turistas en la Procesión de San Salvador

Como broche de oro de la XXXIV Fiesta Nacional de los Pescadores, se llevó a cabo la Procesión de San Salvador, presidida por el obispo Antonio Marino, donde cientos de fieles acompañaron la imagen del patrono de los pescadores y la virgen María por las calles del Puerto.

A las 15.30 la procesión partió de la Parroquia la Sagrada Familia y San Luis Orione. Allí los fieles se congregaron para llevar la imagen de San Salvador y la Virgen hacia la Banquina, sin antes dejar de pasar por la Prefectura Naval Mar del Plata y el Monumento al Pescador. Participaron autoridades de Prefectura Naval, de la Sociedad de Patrones, fuerzas vivas, y la Reina de los Pescadores, Miranda Facio, y sus princesas Agustina Vidaurre y Paloma García.

Cerca de las 16.45 arribaron a la Banquina, donde cientos de marplatenses y turistas se dispusieron a celebrar la gran fiesta. La Virgen fue subida a la lancha “El príncipe Azul”, mientras que San Salvador fue en la embarcación “Don Franco”, donde Monseñor Marino bendijo las aguas y oraron por los fallecidos en el mar. Además se arrojaron ofrendas florales.

En la oportunidad la Sociedad de Patrones Pescadores, la Parroquia La Sagrada Familia y San Luis Orione junto a la Comisión de Festejos San Salvador otorgaron dos distinciones “San Salvador”: una fue para la Asociación Civil Lanitas de Luz. Es una ONG que trabaja a través de sus voluntarios con pacientes oncológicos para atender las necesidades de gorros tejidos para niños, cajas con regalos personalizados para los guerreritos, pelucas y cortinas para pacientes oncológicos con alopecia severa.

La otra fue para la Prefectura Naval Mar del Plata, por su destacada labor en el Puerto local, para salvaguardar la costa atlántica y por brindar el servicio a la comunidad toda, arriesgando, incluso, su integridad física.

Finalmente, el tenor Alejandro Brunengo deleitó a todos con canciones como el “Ave María” y “O sole Mio”. Luego cantó la señora Teresa, integrante del Coro del Santuario Jesús Misericordioso.

EL DISCURSO DEL OBISPO

Monseñor Antonio Marino inició su discurso felicitando a la comunidad pesquera por mantener la tradición inaugurada hace 88 años por el padre José Dutto, ya que consideró que hacerlo no significa una cuestión de nostalgia, “sino un momento de inspiración que brinda un nuevo impulso para iluminar el presente con sus problemas y abrir un horizonte de esperanza hacia el futuro”.

En ese sentido explicó que “la tradición reeditada trae el mensaje siempre renovador de la fe cristiana y católica, que mira al corazón de Cirsto como fuente y modelo de amor, principio fundante de toda sociedad sana, fraterna y solidaria”.

“Al llevar por el mar la imagen histórica del Sagrado Corazón nos conmueve sentirnos acompañados por su capacidad de comprensión y misericordia en el ejercicio de este trabajo exigente y riesgoso”, dijo Monseñor.

Y añadió: “Junto con mi sincera felicitación para los organizadores que mantienen viva la antorcha de la fe, va también mi voz de aliento para el complejo mundo de la comunidad portuaria. Cuando hablamos del Puerto de Mar del Plata, nos referimos a una zona de rasgos urbanos bien característicos y sobre todo de fuerte personalidad en su gente, en su mayor parte de origen italiano. Muchos descendientes, desde niños han visto a sus mayores trabajar con perseverancia y mucho esfuerzo haciendo frente a dificultades para alcanzar objetivos que darían importancia decisiva a esta parte de la ciudad. La cultura de trabajo, la pujanza y la capacidad creativa para emprendimientos familiares, son legítimos títulos de gloria que pueden exhibir los antepasados y los actuales descendientes de aquellos inmigrantes”.

Sin embargo el Obispo hizo hincapié en la situación actual del sector: “Hoy estamos ante una situación difícil de ocultar: el deterioro del Puerto es manifiesto, mientras que un elemental análisis de las causas, resulta claro que podemos hablar de indiferencia hacia este sector de la economía. Los esfuerzos aunados de los distintos actores de la actividad pesquera, no pueden ser suficientes para encontrar caminos de solución a los problemas crónicos que la afectan. La situación actual reclama el planeamiento de políticas públicas a cargo de las autoridades nacionales y provinciales, que favorezcan de manera decidida esta actividad que es vital en la economía de la región”.

En ese aspecto agregó que a nadie escapa que la pesca “dinamiza muchas actividades, es generadora de trabajo y de ella depende el bienestar o la penuria de muchos trabajadores”. Pero sostuvo que “con tristeza debemos decir que desde hace años debemos decir que Mar del Plata tiene los índices de desocupación más altos del país”.

Finalmente, Monseñor dijo que “estos actos testigos, simultáneamente religiosos y civiles, ponen ante nuestra vista el camino a seguir. La imagen del Sagrado Corazón, que domina el Puerto desde la escollera, y preside el barrio desde lo alto del templo de la Sagrada Familia, nos habla de amor solidario. Esta procesión náutica es sinónimo de capacidad de emprendimiento, esfuerzo y perseverancia en la adversidad. Pongámonos de pie para seguir haciendo de este puerto un verdadero emblema de la ciudad”.

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