Con menos ánimo de invertir, empresarios evalúan hacer ajustes

Con menos ánimo de invertir, empresarios evalúan hacer ajustes
El 60% de los consultados por la FEM descarta “alguna inversión” hasta junio y 2 de cada 10 ven probables despidos.
De un crecimiento esperado en torno al 2% al silencio absoluto ante la pregunta ‘¿Espera usted un escenario recesivo para los próximos meses?’ Allí radica una diferencia sustancial entre los resultados de una encuesta a empresarios mendocinos y la más reciente compulsa realizada por la Federación Económica de Mendoza a 90 empresarios de distintos rubros con proyección a junio, la cual refleja otros datos claramente asociados a la incertidumbre que paraliza decisiones como la de invertir y siembra dudas sobre la estabilidad laboral y la mayor generación de puestos de trabajo.

De hecho, un 60% descartó realizar “algún tipo de inversión” en los próximos meses, y 23% se inclinó por que el empleo “disminuya moderadamente”, aunque más de la mitad considera un nivel estable en el mejor de los casos. En general, respuestas vinculadas al NS/NC (No Sabe/No Contesta) acerca del crecimiento económico en los próximos meses (ver aparte), en buena medida arraigadas a una expectativa de un aumento de costos “moderado” (69%) a “significativo” (24%), un dato no obstante algo inferior al recogido durante las semanas post-devaluación, pero relativa a una inflación anual de hasta 35%.

“Fue una de las muestras más numerosas en participación, lo que permite trazar una tendencia razonable respecto del total”, aclara de entrada el economista Raúl Mercau, responsable del Cifem y decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Champagnat respecto a la composición de la encuesta, la mitad de la cual se reparte entre ejecutivos del sector metalmecánico, comercio y la construcción.

En la postura de “freezar” decisiones de inversión se mezclan el factor macroeconómico y también condiciones locales poco favorables en el presente. Según el experto, de las tres variables incidentales (costo de capital, nivel de actividad, clima de negocios), hay al menos dos alteradas actualmente, lo que hace que muchos apuesten a un futuro mejor: “El costo de capital está subiendo, una política monetaria restrictiva para controlar la inflación también implica mayores costos, hay estancamiento, y frente a eso la gente está apostando al largo plazo. Como pasa en la Bolsa, donde pesa a todo las cotizaciones hablan de inversores posicionándose”.

De costos e inversión

Un escalón por debajo de la visión a febrero pasado, las expectativas sobre costos indican que un 24% prevé que aumenten significativamente, mientras que 69% lo espera en forma moderada. Conclusión: 9 de cada 10 se asumen preparados para convivir con inflación incesante, al menos hasta junio; lo que no cambia por ahora es la proyección de un incremento anual de costos del 35%.

“Si somos optimistas, y ya teniendo acumulado más del 10% en los primeros tres meses, llegar a fin de año por debajo del 30% sería lo mejor que podría pasar. En la medida que no haya ningún desajuste en los próximos meses teniendo en cuenta que la devaluación no fue suficiente: el efecto positivo se lo comió la inflación y las próximas exportaciones no verán el beneficio", analizó Julio Totero, presidente de Asinmet.

Al momento de explicar el 40% que, por el contrario, sí planifica cierta inversión hasta junio, para Mercau “es un valor alto, que puede relacionarse a distintas estrategias como ampliar capacidad productiva o diversificar, entre otras opciones. Quienes lo hacen aceptan un sacrificio presente para un mejor futuro”.

No obstante, algunos empresarios insisten en que el nivel de capital colocado para producir será mínimo, salvo en casos excepcionales como el de los negocios vinculados al petróleo y la demanda de YPF. En la vereda de enfrente, durante los próximos meses, se ubica la agroindustria y una casi nula demanda de maquinaria, e incluso el comercio.

“Lo mínimo es invertir en mercadería para mantener un negocio, pero no para abrir otro; al contrario, están cerrándose locales”, explicó Vicente Suriano, de la Cámara de Indumentaria de Mendoza.

Empleo, variable de ajuste

Si bien más de la mitad de los empresarios consultados, sobre todo del sector industrial, anticipa un nivel estable hasta mitad de año, surge un dato: 23% admite que los puestos de trabajo pueden disminuir “moderadamente”, más allá de los costos de indemnización. Pero el recurso humano especializado es un factor prioritario porque, de acuerdo a lo que se interpreta “demanda tiempo acumular capital humano para lograr los altos niveles de productividad y eficiencia requeridos”.

La generación de empleo debe recuperar el impacto de la salida de Vale (más de 3 mil trabajadores), de una serie de recortes aplicados por firmas como Impsa y de agencias de autos por la caída de ventas en el sector. Sin embargo, a ojos de Mercau, en el horizonte puede haber pequeños ajustes que responden a la decisión de “convalidar estabilidad de empleo y no un escenario de fuerte recesión”.

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