La ciudad de Puerto Iguazú registra problemas de abastecimiento de agua potable desde hace muchos años, pero con la sequía del 2020 los problemas se incrementaron considerablemente al dejar expuesto lo obsoleto que era el sistema de captación del líquido vital en la toma del río Iguazú.

Tras una serie de intentos para restablecer el servicio en gran parte de la ciudad y luego de muchas inversiones hechas por el gobierno de la provincia de Misiones, las quejas se redujeron considerablemente y actualmente trabajan para mantener el servicio estable durante el receso invernal que pondría a prueba todas las maniobras ejecutadas en las últimas semanas.

Si bien el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (Imas) en Puerto Iguazú se prepara para la ampliación de sus instalaciones, actualmente se logró optimizar el servicio al aplicar el proyecto de sectorización de redes, dividiendo la ciudad en dos zonas: norte y sur.

Con la última optimización realizada antes de la ampliación, la zona sur abastece al barrio Las Leñas, Primavera, Los Trabajadores, Santa Rosa, entre otros. Mientras que la planta ubicada en el centro de la ciudad hace llegar el agua a todo el sector del casco antiguo de Iguazú que registraba innumerables problemas de abastecimiento.

La reestructuración contempla la ejecución de importantes obras como la ampliación y modernización de la toma de agua del río Iguazú, en lo que compete a su nueva línea de impulsión y cisterna.

“Estamos trabajando con miras al verano, sin embargo, sabemos que la ciudad estará con su ocupación completa y que se registrarán altas temperaturas que aumentarán el consumo de agua, para ello hemos sectorizado la ciudad y estamos trabajando con diferentes válvulas para superar esta primera prueba de abastecimiento”, explicó Eduardo Brunner, director de Imas Iguazú.

Hace poco más de dos meses la instalación de nuevas bombas en la toma de agua del río Iguazú, mejoró el abastecimiento en toda la ciudad, no obstante, zonas críticas como el sector industrial, barrio Belén y Villa Alta, continuaban con problemas de provisión.

“Hemos trabajado en la red descubriendo válvulas, maniobrando conforme lo que hemos planificado y ha dado buenos resultados, hoy zonas que antes eran críticas tienen agua de forma constante y  con presión, las quejas prácticamente se han disipado”, recalcó Brunner.

Una vez solucionadas las cuestiones operativas y con la reducción de quejas, el sector comercial de Imas comenzó a trabajar con el cobro del servicio, dieron inicio a la distribución de boletas para que los usuarios comiencen a regularizar las deudas.

“Estamos haciendo los relevamientos correspondientes e invitamos a las personas que tengan deudas con Imas que se acerquen a regularizar, se pueden hacer financiaciones”, finalizó.