La mejor agua del mundo nace en la Comunitat

La mejor agua del mundo nace en la Comunitat

El manantial de Fuente En Segures de Benassal ha seducido el paladar de sumillers y chefs y atesora numerosos premios

Vicente Roig está sentado en la mesa. Junto a él están su esposa y sus dos hijos. Es un día de celebración y han acudido a un restaurante. La sala está llena. Algo en el centro para compartir y un arroz ha sido el menú elegido. La bebida está a punto de llegar. A lo lejos, un camarero se aproxima con una bandeja. Conforme se acerca, la sonrisa de Roig se hace más grande y su memoria le transporta a su infancia, de vacaciones con sus abuelos. La culpable es una botella de agua de Benassal, una joya que nace de las entrañas de las montañas de El Maestrat y que ha obtenido numerosos premios que la convierten en la mejor del mundo.

Pero no sólo es una de las aguas más valoradas, sino que encierra una farmacia en sí misma. Su pureza y mineralidad ya asombraban desde el siglo XVIII. Fue precisamente en esa época cuando Luis José de Borbón, duque de Vendôme, ordenó que se abriera una camino hasta el manantial de Fuente En Segures con el fin de sanar un cólico nefrítico que padecía. Dos siglos más tarde, concretamente en 1928, el agua fue declarada minero medicinal y era 'recetada' por los médicos de la época para las dolencias de riñón y por sus beneficiosas propiedades diuréticas.

A partir de ahí, la vida cambió por completo para el pequeño pueblo de Benassal. La fiebre del agua se desató. Hordas de visitantes llegaban cada año hasta esta pequeña localidad con la intención de sanar sus afecciones de riñón. Tal fue la cantidad de personas de la burguesía valenciana y catalana que acudían que pronto comenzaron a edificarse alojamientos en los que hospedarlas. Así fue creciendo este pequeño enclave con varios hoteles y apartamentos hasta convertirse en una pequeña villa en torno a la fuente, separada por casi dos kilómetros del núcleo urbano de Benassal.

«Recuerdo perfectamente los veranos que pasaba con mis abuelos. En esa época, que puede hacer más de 30 años, iba gente mayor que se llevaba a sus nietos, por lo que se respiraba una tranquilidad absoluta, sólo rota por el grupo de niños que nos juntábamos», explica Vicente Roig entre risas.

En un enclave privilegiado rodeado de montañas, la vida giraba en torno a la fuente. Ella reunía a los visitantes a horas concretas. «Allí todo el mundo tenía las típicas garrafas de cristal de dos litros, que era lo máximo que se podía rellenar, y vasos plegables. Cada día a las dos, a las seis y a las nueve se hacían colas de gente que iba a beber agua y a llenar las garrafas para la comida o la cena, pues a los hoteles te dejaban llevarla. Nadie faltaba a la cita, era como un ritual que mayores y pequeños respetábamos», relata Roig.

No era para menos. La equilibrada composición del agua, con baja mineralización y rica en calcio y bicarbonato, la han convertido en todo un elixir de la eterna juventud para los riñones. Y no lo dice la empresa embotelladora, sino el departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia.

Pese a que su comercialización empezó en 1847, la compañía fue declarada de utilidad pública en 1928 y su explotación está en manos del Ayuntamiento de Benassal, lo cual contribuye a que la mayoría de los puestos de trabajo sea de la propia localidad castellonense y que se realicen numerosos proyectos para apoyar a asociaciones locales. Al principio, la Comunitat y Cataluña fueron las primeras zonas a las que llegó el agua, aunque después el radio se fue extendiendo a otros puntos de España. Pero no se detuvieron allí, ya que ahora las botellas se venden incluso en Emiratos Árabes, China y Panamá. Y no son pocas, ya que cada año salen al mercado 15 millones de litros de agua.

Su expansión global viene precedida por un reconocimiento de los principales organismo agroalimentarios. El último fue en 2021 tras ser galardonada el agua de Benassal en el Superior Taste Award del Instituto Internacional de Sabor y Calidad de Bruselas. Desde 2010 se presenta a este certamen y año tras año se ha alzado con el primer premio gracias a que ha sabido seducir el paladar tanto de cocineros como de sumillers. El Crystal Taste Award y el Diamond Taste Award son otros de los galardones que cuelgan de las vitrinas y que, en definitiva, la califican como la mejor agua del mundo.

Pero ¿cuáles son esas propiedades que la hacen tan especial? La lista es larga. Para empezar, es un agua de mineralización débil, lo cual es saludable incluso para embarazadas y niños pequeños. Su composición óptima y equilibrada de sodio, bicarbonato y calcio la hacen ideal para regular la presión arterial y protegerse así frente a problemas de cálculos renales y cardiovasculares. Asimismo, es beneficiosa contra la osteoporosis porque contribuye a minimizar la pérdida ósea y también tiene óptimos resultados en el aparato digestivo.

Buena parte de la culpa la tienen las montañas de El Maestrat. De sus entrañas nace un manantial que proviene de la lluvia y la nieve. La magia surge cuando el agua se va filtrando y recorre los diferentes sustratos. Cada uno de ellos deja una huella en la composición que al final se traduce en una fórmula única que sólo la misma naturaleza conoce.

La vida en el núcleo de Fuente En Segures se ha adaptado a los tiempos. Vicente Roig lo sabe bien. En la enorme explanada que había junto a la subida a la plaza de la fuente, donde jugaba de niño, se ha erigido un enorme balneario. Además, los hoteles han recibido una limpieza de cara y se han modernizado. «Pero lo que no ha cambiado nada es esa tranquilidad y esas costumbres alrededor del agua que me acompañaron de pequeño», apunta.

Unas tradiciones que se han mantenido impertérritas como una antigua botella de agua de Benassal que salió intacta del bombardeo que sufrió la población del Experimento Stuka, la prueba que hicieron los nazis de su avión más letal en cuatro localidades de Castellón. El envase sobrevivió entre los escombros del ayuntamiento. Hoy en día sigue allí expuesta y ha servido para rediseñar la etiqueta de la marca. El tiempo corre a una velocidad endiablada, pero junto a la fuente la calma aparece. La esencia perdura.

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