La iniciativa lleva el nombre de Buen Corazón Oeste, un espacio que acercará alimentos frescos y sin agrotóxicos a precios populares a los vecinos del oeste. El principal concepto de este espacio es el “SlowFood”, es decir bueno, limpio y justo.

Los protagonistas principales y cabezas de proyecto son Leo Yazurlo, dueño del Auditorio Oeste, Pablo Bobadilla (periodista, productor agroecológico y fundador en el año 2012 el proyecto Buen Corazón), y Perla Herrero (cocinera y referente del movimiento SlowFood). Estas tres cabezas ingeniosas se juntaron para darle lugar un espacio diferente, único e innovador en el oeste, al tiempo de constituir una salida a la inactividad de ese salón que ya no vibra por las noches como antes.

Hace diez años el Auditorio Oeste es el símbolo de rock en la zona, un escenario de lujo que por el que pasaron grandes artistas y una verdadera referencia a la hora de hablar de salas de conciertos y eventos. La pandemia vino a generar cambios y en Auditorio se comenzarán a vivenciar desde este sábado.

Desde el proyecto Buen Corazón Oeste cuentan que “ante la convergencia de una crisis climática y otra económica” se propone la apertura de un mercado de productores que nuclee emprendimientos de la agricultura familiar. Detrás de esta iniciativa hay todo un trasfondo cultural que le escapa a la situación circunstancial del covid-19 y las necesidades económicas que pueden llegar a destacarse.

El espacio se propone “garantizar la trazabilidad del producto, promover la soberanía alimentaria y colaborar a la salud pública”. En este sentido hacen referencia a la idea de achicar la brecha entre el productor y el consumidor, “brindando un marco de contención artística y comercial para acompañar a los productores en una puesta en valor de sus alimentos, su emprendimiento y sus recursos, y a la vez generar un ámbito donde podamos repensar los consumidores nuestro vínculo con los alimentos y nuestro medio ambiente”.

En diálogo con Viví el Oeste, Bobadilla cuenta que la idea no es una cuestión pasajera propia de la realidad que viene a proponer el coronavirus, ya que se trata de una iniciativa que ya se venía craneando tiempo atrás con Yazurlo y que tendrá continuidad pese a que la música vuelva al local.

En este sentido se explica que el mercado funcionaría de día y que durante la noche seguiría con su ritmo habitual. Dos noches a la semana se recibirán alimentos desde otras provincias para garantizar las variedades de frutas que se comercializarán durante el fin de semana.

De esta manera el Mercado Buen Corazón acercará alimentos frescos y sin agrotóxicos a precios accesibles todos los sábados de 9 a 16 horas, el debut será este 12/6. Aseguran que habrá cumplimiento del protocolo de distanciamiento social y todas las disposiciones para la comercialización de alimentos.