Con medidores de aire Hurlingham arrancó las clases y el hoy Presidente vio su funcionamiento

Con medidores de aire Hurlingham arrancó las clases y el hoy Presidente vio su funcionamiento

Con medidores de aire Hurlingham arrancó las clases y el hoy Presidente vio su funcionamiento Fueron producidos por la Universidad Nacional de Hurlingham y el nombre es «Aire Nuevo». Se colocó en todas las aulas de las Escuelas Públicas del distrito. Mide la condición del aire y cuando supera los límites tolerables del dióxido de carbono, suena una alarma que indica que hay que ventilar el ambiente.

Con medidores de aire Hurlingham arrancó las clases y el hoy Presidente vio su funcionamiento de «Aire Nuevo». El funcionamiento es sencillo. En caso que no baje el indicador, hay que ventilar o desalojar el ambiente.

Los límites tolerables son de 800 partículas de dióxido de carbono por millón por cada ciclo de un minuto. Y aunque parezca mentira, los llamados medidores de aire son indispensables para conocer las probabilidades de contagio de coronavirus en espacios cerrados.

¿Por qué? Porque a través del dispositivo, incluso se puede saber si el ambiente fue utilizado con anterioridad y no fue ventilado, y así se reducen las posibilidades de contagio.

A su vez, si una persona con coronavirus permanece hablando durante horas en un sitio cerrado, el ambiente se irá llenando de componentes infecciosos y uno de ellos es el dióxido de carbono o CO2.

Si hay 800 partículas por cada un millón en el aire, entonces el ambiente está viciado y hay ventilar o desalojar. Es lo máximo que se puede saber pero es bastante y suena una alarma que avisa para que el espacio cerrado sea ventilado.

Un medidor de aire importado puede llegar a un costo de 150 dólares. Por supuesto que la Universidad Nacional de Hurlingham los fabricó a un valor mucho menor. Y si uno lo quiere comprar en Mercado Libre, se muestran por más de 1.00 dólares oficiales y esto no es producto de la cadena de distribución sino de un abuso en la venta.

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