El médico Aragón aparece en el expediente de la dictadura

El médico policial Miguel Antonio Aragón aparece en el expediente administrativo que investigó la violación de los Derechos Humanos en La Pampa durante la última dictadura. Ese expediente fue iniciado en el año 1984, ordenado por el gobernador Rubén Marín a través del Decreto 99/83.
Son los testimonios de la cabo policial Hermelinda Gándara, viuda de Moreno, y de Nilda Ester Stork, los que señalan la presencia de Miguel Aragón (además de Atilio Cornachioni, Juan Savioli y Máximo Pérez Oneto) en la asistencia de los detenidos y víctimas de las torturas a disposición de la Subzona 14.

El grupo de tareas estaba a cargo del ex coronel y jefe de la Policía, Luis Baraldini, y estaba integrado por militares y policías pampeanos. Algunos serán juzgados en el juicio que se llevará adelante en el Tribunal Oral Federal de Santa Rosa a partir de agosto.

Miguel Aragón es actualmente jefe de la División Sanidad de la Policía de La Pampa. Ahora, a través de su abogado Aldo Díaz, salió a advertir que iniciará juicios a quienes lo acusan. Pero los testimonios acusatorios ya tienen casi 26 años.

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos pidió que Aragón sea desplazado de su cargo. Esto reactualizó su rol en la dictadura.

En el cuerpo I del expediente administrativo, Hermelinda Gándara brinda su testimonio en diversas oportunidades. El 26 de enero de 1984, ante la escribana de Gobierno, la agente policial explica que fue celadora en la Seccional Primera de Policía desde el 15 de diciembre de 1977. En su testimonio, a fojas 16 y 17 del cuerpo I de ese expediente, menciona que vio que los oficiales (Roberto) Fiorucci y (Carlos) Reinhardt, llegaron con una mujer embarazada, de unos 30 años, que presentaba lastimaduras e inflamaciones en tobillos y muñecas. Esa mujer fue registrada como Zulema Arizu (en rigor, Arizo), una maestra secuestrada en la Escuela de Paso de los Algarrobos.

De la situación de Arizo dice que “evidenciaba signos de un embarazo de seis meses de gestación y se quejaba de continuos dolores abdominales. Fue asistida periódicamente por los doctores Cornachioni y Aragón. No fue derivada a ningún centro asistencial”.

En su relato Hermelinda Gándara agrega que “en varias ocasiones acompañó a las detenidas hasta el pie de la escalera donde las entregaba al suboficial Giménez y las mismas eran asistidas aún de noche, por los doctores Cornachioni y Aragón, no siendo visitadas ni llevadas ante jueces ni abogados. Ante la investigación administrativa, ratificó sus dichos y dijo que los médicos aludidos pertenecían al Regimiento Nº 101 de Toay”.

En su testimonio, Gándara señala que Aragón también asistió a Nilda Pérez (una joven de 22 años), que fue detenida y torturada en la Seccional Primera.

Cabe recordar que la sala de torturas de la Seccional Primera estaba en la planta alta (por eso la celadora dice que “entregaba” a las detenidas en la escalera) y que cuando se refiere a las detenidas, la cabo Gándara explica que eran sometidas a castigos y a picana eléctrica. Otro detalle es importante: Hermelinda Gándara vivía en la avenida de Caballería 13 de Toay. Allí, en el Regimiento 101 revistaba Aragón y además vivía el doctor Atilio Cornachione.

También la cabo Nilda Ester Stork apunta que el médico Miguel Aragón atendió a Ana María Martínez (la novia del historiador Hugo Chumbita) que fue traída desde Buenos Aires. Martínez fue llevada a la maternidad del Hospital Molas y fue atendida por los médicos Cornachione y Aragón, según el testimonio de fojas 22 del cuerpo I del expediente administrativo. Martínez cuando fue llevada al Hospital Molas tenía custodia policial y militar, relata Stork.

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