En mayo entraría en vigencia la Ley de Sangre en Mendoza

En mayo entraría en vigencia la Ley de Sangre en Mendoza
Anualmente en la provincia se necesitan entre 25 y 30 mil dadores para cumplir con las necesidades de los centros asistenciales.
La ley nacional 22.990, también conocida como Ley de Sangre, entraría en vigencia en la provincia en mayo, luego de que la Legislatura provincial aprobara la adhesión para su aplicación en Mendoza y se publicara en el Boletín Oficial. En este momento se trabaja en la reglamentación de la misma, proceso que debería demorar dos meses más y que institucionalizaría el actual programa y le daría más dinamismo, a través del Instituto Provincial de Medicina Transfusional.

El gran cambio que se espera generar, según comentó el coordinador del Programa Provincial de Hemoterapia, Sergio Baigorria, es institucionalizar y reglamentar el manejo de la sangre en el país, para lograr que, independientemente de las autoridades de turno, se mantenga un trabajo coordinado y se aseguren los recursos para cumplir con los requerimientos que tiene la población en los diferentes centros asistenciales.

Pero, más allá de la reglamentación y los recursos, un cambio importante que buscan conseguir con la implementación de la ley es el cambio de mentalidad de los mendocinos para cubrir las necesidades de sangre con “donantes habituales” y depender cada vez menos del actual “donante de reposición”.

REGLAMENTACIÓN. Después de la aprobación y publicación, se inició fuertemente el trabajo de la reglamentación. Al respecto, Baigorria señaló: “Hay diversas personas trabajando en los distintos capítulos, elaborando el borrador para que después quede un producto homogéneo y coherente. Para implementarlo, la aspiración sería no más allá de abril o mayo, pero si puede ser antes, mejor. Sin embarembargo, hay varios puntos en los cuales hay que trabajar y después juntarse con los distintos elementos que están viendo la reglamentación y coordinar todo”.

Con la entrada en vigencia de la ley, la escala del sistema provincial quedaría conformada por el Ministerio de Salud, como autoridad de aplicación; el Instituto Provincial de Medicina Transfusional, como organismo central; el Centro Regional de Hemoterapia, como centro ejecutor y los servicios de hemoterapia o unidades transfusionales de cada hospital.

La idea es integrar y unificar el sistema provincial, ya que, en la actualidad, cada centro asistencial lo hace de acuerdo con sus posibilidades y necesidades. Con un sistema centralizado se optimiza la utilización de los recursos y se esperan mucho mejores resultados. “Cada hospital tenía su aparatología para analizar sus muestras de sangre, con distintos equipos, distintos métodos, y, a través de la ley, se logra una homogeneidad, se unificaría y se optimizarían los recursos. Trabajar a gran escala no es lo mismo que que cada hospital compre de manera aislada reactivos o de acuerdo con sus recursos”, dijo Baigorria.

Con la centralización del sistema, la sangre se obtendrá en los distintos nodos de la red (actualmente, 9 de los 13 hospitales tienen unidad de hemoterapia) y se va a enviar al centro regional de hemoterapia. Allí se analiza y después se redistribuye a los nodos en la medida en que lo vayan necesitando, pensando siempre en el manejo de un stock de acuerdo con la dinámica de cada de centro asistencial.

Un cambio importante será el tema de los recursos. Con la ley, el instituto contará con una partida fijada en el presupuesto provincial, además –y siempre que la reglamentación lo permita–, podría conseguir ingresos por prestar servicios a terceros, por convenios nacionales o internacionales y también podría recibir donaciones, lo que hoy es muy complicado.

MENTALIDAD. Pero, más allá de lo técnico, el Instituto Provincial de Medicina Transfusional buscaría un cambio cultural y de mentalidad en los mendocinos. La idea es lograr que se haga un hábito donar sangre, sin esperar que se registre alguna emergencia o tragedia.

Anualmente, en Mendoza, se necesitan entre 25 y 30 mil donantes, y, aunque no hay desabastecimiento, el objetivo (ver aparte) es lograr donantes habituales por sobre donantes de reposición.

Por ahora, el modelo actual de reposición no se puede descartar, pero la idea es que, a través de campañas, se pueda fomentar la cultura de la donación de sangre y la ley cumpla en la totalidad los objetivos planteados.

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